Charles Edouard Jeanneret-Gris, nacido en Suiza y de formación autodidacta, fue uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX
Charles Edouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, nació en La Chaux-de-Fonds, Suiza, el 6 de octubre de 1887. Considerado uno de los principales exponentes del movimiento moderno en la arquitectura, hoy es reconocido como uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Esto se debe no sólo a la fuerza y originalidad de su producción, sino también a su permanente acción como propagandista y difusor polémico de sus principios.
Con una formación sólo autodidacta, construyó su primera casa a los 17 años. Por entonces, su padre se dedicaba a lacar cajas de relojes para la industria relojera de su ciudad natal. Su madre era pianista y profesora de música. A los 29 años se trasladó a París, donde adoptó el seudónimo Le Corbusier, variación socarrona ?ya que remite a la palabra cuervo? del apellido de su abuelo materno: Lecorbésier. Allí se dedicó a la pintura y junto con su amigo el pintor Ozenfant lanzó Après le Cubisme, el manifiesto fundacional del purismo. Juntos fundan también la revista L?Esprit Nouveau.
En la Ciudad de las Luces trabajó durante más de un año en el estudio de Auguste Perret, arquitecto pionero en la técnica de construcción en hormigón armado, y después viajó a Alemania para profundizar sus estudios y trabajar en la oficina de Peter Behrens.
En Estados Unidos conoció la obra de Frank Lloyd Wright, y durante 1911 se dedicó a viajar por Austria, Rumania, Turquía, Grecia e Italia. A su regreso, después de ejercer como profesor en el Departamento de Arquitectura y Decoración de la Escuela de Arte de París, en 1922 finalmente abrió su estudio de arquitectura junto a su primo Pierre Jeanneret, sociedad que se prolongó hasta 1940.
En ese período, ya como urbanista, diseñó la Ville Contemporaine (Ciudad Contemporánea), para una ciudad de tres millones de habitantes. Cuando en octubre de 1929 visitó Buenos Aires en una gira que también lo llevó a Montevideo, Asunción y Río de Janeiro, dijo sobre la Capital: "Buenos Aires es una ciudad que le da la espalda a su río". Para los admiradores de su estilo, hay en la Argentina una obra realizada por el célebre arquitecto. Se trata de una vivienda unifamiliar construida entre 1949 y 1953 en La Plata, la Casa Curutchet.
Conocido por su definición de la vivienda como la máquina para vivir, Le Corbusier ponía énfasis no sólo en el componente funcional de la vivienda, sino que esta funcionalidad debía estar destinada al buen vivir. Creía que el objetivo de la arquitectura era generar belleza. Otra de sus frases célebres: "La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz". Además, sostenía que eso debe repercutir en la forma de vida de los ocupantes. Así fundó una nueva arquitectura sobre cinco puntos básicos: la utilización de pilotes; las terrazas jardín; la libre conformación de las plantas; los ventanales continuos, y la libre formación de la fachada, todo dentro de un estricto orden geométrico como único generador de "volúmenes puros". Estas soluciones pasarían a ser las características del racionalismo arquitectónico. Difundió también sus ideas urbanas a través del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), uno de cuyos documentos es la Carta de Atenas. El 27 de agosto de 1965, Le Corbusier fue hallado muerto por unos pescadores en el Mediterráneo francés, presumiblemente habia sufrido un ataque al corazón.
Charles Edouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, nació en La Chaux-de-Fonds, Suiza, el 6 de octubre de 1887. Considerado uno de los principales exponentes del movimiento moderno en la arquitectura, hoy es reconocido como uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Esto se debe no sólo a la fuerza y originalidad de su producción, sino también a su permanente acción como propagandista y difusor polémico de sus principios.
Con una formación sólo autodidacta, construyó su primera casa a los 17 años. Por entonces, su padre se dedicaba a lacar cajas de relojes para la industria relojera de su ciudad natal. Su madre era pianista y profesora de música. A los 29 años se trasladó a París, donde adoptó el seudónimo Le Corbusier, variación socarrona ?ya que remite a la palabra cuervo? del apellido de su abuelo materno: Lecorbésier. Allí se dedicó a la pintura y junto con su amigo el pintor Ozenfant lanzó Après le Cubisme, el manifiesto fundacional del purismo. Juntos fundan también la revista L?Esprit Nouveau.
En la Ciudad de las Luces trabajó durante más de un año en el estudio de Auguste Perret, arquitecto pionero en la técnica de construcción en hormigón armado, y después viajó a Alemania para profundizar sus estudios y trabajar en la oficina de Peter Behrens.
En Estados Unidos conoció la obra de Frank Lloyd Wright, y durante 1911 se dedicó a viajar por Austria, Rumania, Turquía, Grecia e Italia. A su regreso, después de ejercer como profesor en el Departamento de Arquitectura y Decoración de la Escuela de Arte de París, en 1922 finalmente abrió su estudio de arquitectura junto a su primo Pierre Jeanneret, sociedad que se prolongó hasta 1940.
En ese período, ya como urbanista, diseñó la Ville Contemporaine (Ciudad Contemporánea), para una ciudad de tres millones de habitantes. Cuando en octubre de 1929 visitó Buenos Aires en una gira que también lo llevó a Montevideo, Asunción y Río de Janeiro, dijo sobre la Capital: "Buenos Aires es una ciudad que le da la espalda a su río". Para los admiradores de su estilo, hay en la Argentina una obra realizada por el célebre arquitecto. Se trata de una vivienda unifamiliar construida entre 1949 y 1953 en La Plata, la Casa Curutchet.
Conocido por su definición de la vivienda como la máquina para vivir, Le Corbusier ponía énfasis no sólo en el componente funcional de la vivienda, sino que esta funcionalidad debía estar destinada al buen vivir. Creía que el objetivo de la arquitectura era generar belleza. Otra de sus frases célebres: "La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz". Además, sostenía que eso debe repercutir en la forma de vida de los ocupantes. Así fundó una nueva arquitectura sobre cinco puntos básicos: la utilización de pilotes; las terrazas jardín; la libre conformación de las plantas; los ventanales continuos, y la libre formación de la fachada, todo dentro de un estricto orden geométrico como único generador de "volúmenes puros". Estas soluciones pasarían a ser las características del racionalismo arquitectónico. Difundió también sus ideas urbanas a través del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), uno de cuyos documentos es la Carta de Atenas. El 27 de agosto de 1965, Le Corbusier fue hallado muerto por unos pescadores en el Mediterráneo francés, presumiblemente habia sufrido un ataque al corazón.
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