El proyecto realizado por el equipo conformado por los arquitectos Alicia Albandoz, Alfredo Mulet, Diego Iraola, Ivan Rivera Indarte y el Diseñador Gráfico Nicolás Rousselot, con la participación de la Arq. Irene Karakchof y la colaboración del Sr. Federico Sanchez, obtuvo el
Primer Premio en el Concurso de Anteproyectos para el
Salón de Usos Múltiples (SCUM), Feria de Artesanos y estacionamientos en la ciudad de San Carlos de Bariloche, Argentina.
El proyecto de 6894.4 m2, con una superficie destinada a estacionamientos de 5000 m2, 1312.5m2 de Salón de Usos Múltiples y 581.9 m2 de Feria de artesanos, se desarrolla en una parcela de 50x50 metros, en el microcentro de la ciudad sobre la intersección de las calles Moreno y Villegas.
El punto de partida proyectual de la propuesta, nace del
análisis urbano del eje longitudinal costero de la ciudad y el
sector céntrico comercial con sus adyacencias.
En el plano de la ciudad, se detectan claramente los espacios públicos abiertos, su relación entre si y un detalle de muchísima importancia: la sobresaturación de superficie cubierta ocupada del casco céntrico, que en algunos casos alcanza el 100% de la totalidad de la parcela, tanto en planta baja como también su altísima densidad en altura.
La particular diferencia que se refleja en nuestra manzana, es que posee superficies abiertas públicas de dimensiones considerables, con posibilidad de desarrollo de alternativas privado-publico para su interrelación, que potenciaría aun más, una intervención urbana con calidad arquitectónica integral.
Los edificios linderos, con muros medianeros ciegos de dimensiones negativas, generó una búsqueda de intervención sobre ellos, propiciando el concepto de
"Reconversión de Medianeras en Fachadas Urbanas", permitiéndole al privado, bajo la tutela de normativas especiales, ya instrumentadas en otras ciudades (Plan Urbano Rosario), una mejor calidad arquitectónica interior y exterior.
De esta manera, se está delineando una nueva fachada urbana interna, que demanda la presencia de una vereda pública dentro del Espacio Scum.
Con este concepto, el terreno ya no posee medianeras, fueron transformadas en fachadas internas con propias veredas anexándolas a las existentes, lo cual hace posicionar al programa o edificio en un sitio casi fijo, que es la esquina propiamente dicha con fuerte predominio de la calle Moreno por sobre la calle Villegas.
La
idea rectora del edificio símbolo, estableció diferencias en sus cuatro caras, sobre las Calles Moreno y Villegas se generó el Programa Scum y sobre el
espacio público interno creado por una reestructuración de la manzana, la Feria de Artesanos, que se desarrolla a través de un espacio más íntimo y a su vez conectado con las plantas bajas de los edificios privados, que se abren al Parque Scum a través de las nuevas veredas.
La ventaja de la
diferencia de niveles entre Calle Moreno y el punto inferior del lote en Calle Villegas, nos llevó a proponer un edificio, que respetando el nivel de la primera se relacionara directamente el programa cultural y conectado con la segunda, la Feria Artesanal, generando un paseo similar al de las calles, pero por dentro del Parque Scum, con las escalas propias de cada espacio arquitectónico.
Sobre Calle Villegas se genera un "abras" importante donde se detecta claramente la presencia de la Feria de Artesanos, a través de un paseo compartido con la propuesta de transformación de medianeras en fachadas urbanas.
El
programa cultural de la propuesta, se desarrolla en dos niveles, la
planta baja más dinámica, de propuesta circulatoria importante, con una
galería de exposición permanente o transitoria, abiertas directamente a la Calle Moreno con transparencias hacia el
Parque Scum, y un
primer piso, que alberga el
Salón de Usos Múltiples propiamente dicho, con una propuesta de uso mas especifico, con carácter diferente público-evento.
El
edificio amigable y sin barreras arquitectónicas, con capacidad de cambio, como debe ser un complejo cultural, posee una
marcada morfología definida por cuerpos puros, con
dos patas verticales que elevan el volumen central, originando transparencias hacia el Parque Scum, que seduce e invita a recorrerla.
De los
dos volúmenes verticales salientes, se desprende de la propuesta que la
rampa da valoración a la Calle Villegas, y junto con el ascensor, marca la esquina Moreno y Villegas.
El otro volumen resuelto en
cuatro plantas técnicas de apoyo de servicio y sanitario, sumado a un buffet en planta baja, es el complemento del programa estipulado como apoyatura de las actividades propuestas.
Una vez en su interior, el programa de actividades conformado en dos niveles, uno de
uso publico abierto y el otro de
público cerrado, se ve abastecido por servicios propios de cada sector.
Uniendo estos niveles, una imponente rampa que resuelve, junto con el ascensor público, el
nodo circulatorio con forma suavemente cincelada y transparencias en su recorrido hacia su interior y hacia la Calle Villegas.
El
foyer, brindado visualmente a Calle Moreno, se revela como un lugar lleno de
luz natural y genera esa calidez introductoria a las puertas del Salón principal, con capacidad para 300 personas sentadas. Una vez en el interior del salón, concebido como un
espacio flexible, se puede dividir en tres salas menores.
El
ingreso-egreso múltiple propuesto, brinda la posibilidad de ingresar individualmente a cada sala, o en su defecto integrar el foyer al salón si la necesidad lo amerita. Su conexión con el Parque Scum es notoria y deseada, brindando a nuestro juicio la fachada más abierta e interrelacionada de las cuatro.
La Feria de Artesanos ligada a un
paseo urbano peatonal con comercios en las medianeras reconvertidas en fachadas, brinda esa calidez de recorrido con diferentes actividades, mas allá de lo que ocurra en el Salón Cultural, que sin obviarlo, lo incluye en el paseo, conectándolo a las intervenciones de los edificios Vía Firense y Hotel Internacional y Locales Comerciales.
Ya en el interior de la
Feria de Artesanos, el espacio único, se va ocupando por pequeños locales de dimensiones establecidas en el programa, pero con el aditamento de diseños individuales bajo normas básicas generales, que conforman un paseo interior distinto.
Los servicios propuestos se encuentran al mismo nivel, cubriendo la necesidad de la feria, siendo su apertura y cierre independiente del resto del edificio. Por último, la conexión directa con la primer planta de estacionamiento, cubre la necesidad implícita de estacionamiento vehicular propio de los feriantes.
Este
evento cultural arquitectónico nos recibe desde un
atrio alimentado por presencias escultóricas, pictóricas y murales,
abriendo sus puertas hacia la ciudad, potenciando la cultura y también el turismo cultural.