En la antigüedad la Arquitectura se resolvía de acuerdo a las características geográficas y los materiales que encontraban sus constructores.
En lugares donde abundaba la piedra, se desarrollaron sistemas constructivos a base de muros y columnas. Por el contrario, en los lugares donde se carecía de aquel material, los constructores emplearon la tierra para fabricar adobes de barro y paja y tabiques de barro cocidos al fuego, con los que crearon estructuras sostenidas por arcos y bóvedas.
Con el paso del tiempo, los antiguos sistemas constructivos se fueron transformando según los avances tecnológicos de cada periodo de la historia. En la edad media, por ejemplo, las bóvedas de cañón de origen romano se transformaron en bóvedas esféricas apoyadas sobre pechinas, lo que permitió a los arquitectos abrir los espacios y jugar con la iluminación al interior de los edificios.
Así, los sistemas constructivos descubiertos, los materiales disponibles en cada región y, sobre todo, los avances tecnológicos de cada época han influido en las soluciones ofrecidas en cada tendencia o estilo arquitectónico.
En el periodo contemporáneo podemos ver edificios de formas complejas que, todavía hace un par de décadas, eran prácticamente irrealizables, pero que ahora son posibles debido al uso de los ligerísimos materiales de alta resistencia. Ejemplo de ello son el Museo Judío de San Francisco diseñado por Daniel Libeskind, el Centro Comercial Selfridges de la ciudad de Birmingham y el proyecto de Tour Port la Chapelle ubicado en la ciudad de París. En estos proyectos es evidente que los nuevos materiales, además de que han influido en la parte estética de la Arquitectura, han cambiado la forma de proyectar de algunos arquitectos y permitido construir estructuras que, en un pasado reciente, pudieron haber sido objeto de alguna novela de ciencia ficción: las ciudades anfibias como Lilypad, diseñada por el arquitecto francés Vincent Callebaut, y las impresionantes Torres dinámicas de Burj Dubai, son un ejemplo.
La variedad de soluciones técnicas es ahora infinita, por lo que seguramente en unos cuantos años más los arquitectos estarán creando extraordinarias obras con materiales novedosos, cuyas apariencias y propiedades sin duda cambiarán totalmente la concepción de la Arquitectura
Luis Alberto González Cabrera
En lugares donde abundaba la piedra, se desarrollaron sistemas constructivos a base de muros y columnas. Por el contrario, en los lugares donde se carecía de aquel material, los constructores emplearon la tierra para fabricar adobes de barro y paja y tabiques de barro cocidos al fuego, con los que crearon estructuras sostenidas por arcos y bóvedas.
Con el paso del tiempo, los antiguos sistemas constructivos se fueron transformando según los avances tecnológicos de cada periodo de la historia. En la edad media, por ejemplo, las bóvedas de cañón de origen romano se transformaron en bóvedas esféricas apoyadas sobre pechinas, lo que permitió a los arquitectos abrir los espacios y jugar con la iluminación al interior de los edificios.
Así, los sistemas constructivos descubiertos, los materiales disponibles en cada región y, sobre todo, los avances tecnológicos de cada época han influido en las soluciones ofrecidas en cada tendencia o estilo arquitectónico.
En el periodo contemporáneo podemos ver edificios de formas complejas que, todavía hace un par de décadas, eran prácticamente irrealizables, pero que ahora son posibles debido al uso de los ligerísimos materiales de alta resistencia. Ejemplo de ello son el Museo Judío de San Francisco diseñado por Daniel Libeskind, el Centro Comercial Selfridges de la ciudad de Birmingham y el proyecto de Tour Port la Chapelle ubicado en la ciudad de París. En estos proyectos es evidente que los nuevos materiales, además de que han influido en la parte estética de la Arquitectura, han cambiado la forma de proyectar de algunos arquitectos y permitido construir estructuras que, en un pasado reciente, pudieron haber sido objeto de alguna novela de ciencia ficción: las ciudades anfibias como Lilypad, diseñada por el arquitecto francés Vincent Callebaut, y las impresionantes Torres dinámicas de Burj Dubai, son un ejemplo.
La variedad de soluciones técnicas es ahora infinita, por lo que seguramente en unos cuantos años más los arquitectos estarán creando extraordinarias obras con materiales novedosos, cuyas apariencias y propiedades sin duda cambiarán totalmente la concepción de la Arquitectura
Luis Alberto González Cabrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario