lunes, 28 de septiembre de 2009

Parque de bomberos en Mataró, España

Las necesidades propias del Parque de Bomberos y la volumetría de las edificaciones de la zona han condicionado fuertemente la implantación del edificio.
Por un lado, hacía falta situar las cocheras de manera que permitiesen una salida rápida de los camiones en caso de emergencia y una entrada fácil cuando regresaran al Parque de Bomberos. Por otro lado, se tenía que prever un gran espacio libre en el interior de la parcela apto para hacer ejercicios y prácticas y que pudiera acoger una pista deportiva. Además, para mantener las características edificatorias de la zona, parecía que lo más apropiado era hacer un edificio alineado con la Vía Sèrgia de planta baja y piso.
Por todo esto, el Parque de Bomberos se organiza como un largo volumen alineado a la calle dividido funcionalmente en dos partes: la zona de cocheras y la de dependencias.
La parte de cocheras incluye el garaje de los camiones de bomberos, de una gran altura libre y una mayor profundidad, y todos los espacios anexos (almacén, compresor, taller, secadores quipos EPIs). La cochera queda encarada directamente hacia la calle y también se abre por su parte posterior hacia el atio.
La zona de dependencias se divide en planta baja y planta piso.
La planta baja acoge las salas de administración (control, despachos, archivo), una aula polivalente usada principalmente cuando hay visitas externas (básicamente, colegios e institutos) y espacios de vestuarios y los servicios higiénicos asociados, así como un gimnasio. Estos tres grandes grupos están claramente diferenciados en planta y desde el vestíbulo de acceso se puede acceder directamente a cada uno de ellos, de manera que puedan ser utilizados con independencia el uno del otro y sin interferirse. Al mismo tiempo, una distribución de los espacios por franjas longitudinales permite establecer una doble circulación (pies limpios-pies sucios) y concentrar en una sola franja todas las zonas húmedas.
En la planta piso se encuentran los espacios donde el personal del Parque de Bomberos pasa la mayor parte del tiempo cuando no están haciendo prácticas o en una salida, es decir, el comedor-sala de estar, la cocina y los dormitorios. En el lado de la calle se sitúa el espacio de circulación y acceso a todas las dependencias y al lado opuesto hay una amplia terraza que se abre al interior de la parcela.
La cocina y el comedor-sala disponen de un espacio intermedio que los separa, la despensa, la cual acoge las taquillas personales y las neveras industriales. El comedor y la sala se articulan de manera que sea posible diferenciarlos. Los dormitorios disponen de otras taquillas pero las tienen abiertas al espacio de circulación, al exterior del dormitorio, de manera que quien tenga que hacer uso no moleste a los que duermen.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

El universo más personal de Oscar Niemeyer

La Fundación Telefónica recorre la obra del arquitecto brasileño que con sus 101 años sigue trabajando en su estudio, a pesar de que se recupera de una lesión en una vértebra.
MADRID. -Las formas de la mujer, la ciudad de Río y los vaivenes de la política son las curvas que han inspirado la monumental obra arquitectónica del arquitecto Oscar Niemeyer (Río de Janeiro, 1907). Es una obra en la que el artista ha decidido que la vida manda sobre la arquitectura y que cuenta con 457 construcciones dispersas por todo el mundo. El primer edificio del artista en España es, por el momento, el Centro Cultural Internacional de Avilés (Asturias). La Fundación Telefónica expone hasta el 22 de noviembre una retrospectiva en la que a través de maquetas, dibujos, croquis, textos y fotografías se cuenta la vida y la obra de un artista único. Lauro Cavalcanti, arquitecto y amigo de Niemeyer desde hace más treinta años, ha sido el encargado de comisariar esta exposición. Esta convencido de que su trabajo es un calco de lo que hubiera querido contar Niemeyer. Cuenta que el artista se recupera de la rotura de una vértebra, pero que eso no le impide seguir trabajando a diario en su estudio de Río de Janeiro. La exposición está montada pensando en el gran público, no en los técnicos. Se muestra la obra en orden cronológico, junto a paneles explicativos que dan cuenta de las circunstancias en las que se ejecutó la construcción. En el arranque del recorrido, un manifiesto enviado desde Río por el arquitecto, da cuenta de su pensamiento. De entrada, advierte que no cree en una arquitectura ideal porque sería la repetición, la monotonía. "Cada arquitecto -dice- debería tener su propia arquitectura. Aprecio las cosas diferentes". En este punto, el comisario explica que cuando el arquitecto alemán Walter Gropius visitó la casa de las Canoas, hoy sede e la Fundación y entonces vivienda familiar, objetó que sería muy difícil hacer otra casa similar. "Yo soy único -respondió Niemeyer- y mi casa tiene que ser única". Para él, la arquitectura ideal aceptada por todos es la monotonía, La revolución de las formas realizada por Niemeyer está ligada a su descubrimiento de la capacidad moldeable del hormigón armado. Así se explica en desde sus primeros trabajos fechados en 1936, como la sede del Ministerio de Educación en Río. Aunque es con el proyecto de la sede de la ONU, en 1940, cuando ensaya a fondo con las posibilidades del hormigón. El modernismo de Niemeyer está caracterizado por su famoso culto a la curva, pero también, precisa el comisario, por su afán de integrar sus construcciones con el entorno. La vegetación está siempre integrada y es cómplice de los edificios y del uso que se le va a dar. Las grutas naturales, por ejemplo, forman parte de sus edificios más emblemáticos. El conjunto arquitectónico de Ibirapuera, sede de la Bienal de Sao Paulo, es un claro ejemplo de esta forma de trabajar. El propio Niemeyer ha querido que la exposición muestre detalladamente su forma de trabajar. Antes de construir, dibuja y escribe mucho. "Hasta la que la idea no está clara sobre el papel" dice Lauro Cavalcanti, "no empieza a trabajar con el edificio". Por eso la muestra recoge numerosos esbozos de gran tamaño de lo que luego serían sus edificios más populares.
Angeles García © EL PAIS, SL.

Tecnología para repensar el mundo

Los gurús de las tendencias imaginan cómo será 2010 en la publicación Trend Book
ESTOCOLMO. -"Ya está bien de objetos cuya única función es ser fotografiados. El diseño debe desintoxicarse. Abrazar una concepción holística del mundo y derrocar los antiguos ídolos, hijos del petróleo". Un año más, los gurús del diseño internacional han hablado. Su dictamen sobre las principales tendencias en interiorismo para el año que viene se recoge en el Trend Book 2010, un volumen que concentra en 72 páginas y numerosas imágenes, anticipaciones, reflexiones y consejos para desenvolverse en el proceloso mundo del diseño en estos tiempos de crisis. El libro, que llega a su sexta edición convertido en una herramienta de referencia para expertos y profanos, es una publicación del IMM Cologne, la feria del mueble de Colonia, con Milán la más importante de Europa, que da inicio a la temporada ferial. "Cada año, el Trend Book se presenta en una ciudad que se ha distinguido por su innovación y tesón en este campo. El año pasado fue Barcelona y este, Estocolmo", explica Marcus Fairs, editor de Dezeen, un influyente magazine online de Londres, y coautor del Trend Book, junto con los diseñadores Bertjan Pot de Ámsterdam y Cecilie Manz de Copenhague, la arquitecta de San Francisco Johanna Grawunder y el especialista en tejidos y colores Giulio Ridolfo de Milán. La elección de la capital sueca, pionera y siempre a la vanguardia por lo que se refiere a soluciones ecológicas y sostenibles, suena como una declaración de intenciones. "Ya no es suficiente dispensar ecología en dosis homeopáticas, hay que cambiar el planteamiento de raíz. No se trata de volver atrás, sino de proponer una versión científica del ecotrend, utilizando la tecnología para repensar el mundo", afirman los cinco diseñadores. El espíritu de la Bauhaus y su eficiente funcionalidad se cierne sobre sus opiniones, plasmándose en la búsqueda de una nueva disciplina y en la atracción por lo austero, práctico y natural. Sin embargo, la evaluación de la utilidad de los objetos no tiene nada que ver con el funcionalismo de la vieja escuela. "En el mundo posmoderno, la función ya no determina la forma. El diseño es más bien un meta-nivel, que conjuga conveniencia, eficacia, deseos y aspiraciones con cualidades estéticas, que interesan todos los sentidos", aseguran. Como reacción a la nueva precariedad de la sociedad occidental, vuelven las formas puras, despojadas de todo ornamento, pero enriquecidas de detalles artesanales y acabados valiosos. La opulencia deja paso a estructuras esbeltas, sencillas y auténticas, que surgen de la complicidad entre el desencanto de la cultura punk y el rigor formal del legado de la Bauhaus. Según el Trend Book, entre los diseñadores que mejor representan las tendencias que se impondrán en 2010, sobresalen el italiano Stefano Giovannoni, el alemán Konstantin Grcic y el inglés Jasper Morrison, influyentes abanderados del nuevo minimalismo. Otro destacado intérprete de las contradicciones contemporáneas es el israelí Ron Arad, protagonista de una retrospectiva en el MoMA de Nueva York, abierta hasta el 19 de octubre. La muestra incluye sus creaciones más recientes -entre otras, muebles conectados con el teléfono móvil o el Palm de su propietario- que combinan innovación, humor, técnicas constructivas sostenibles y tecnología de última generación. Los diseñadores son conscientes de que ya no se puede jugar con las expectativas del público, con objetos concebidos para usar y tirar que no cumplen con lo que prometen. Tras años de consumismo desbocado, la durabilidad vuelve a ser una cualidad importante del producto. "El público ya estaba harto de diseños tramposos y superficiales, y la crisis ha acentuado su rechazo. En estos tiempos de incertidumbre, nuestra mayor -si no única- certeza es la necesidad de apostar por un cambio de rumbo, totalmente sincero y radical", concluyen.

Roberta Bosco © EL PAIS, SL.

Richard Rogers lidia con el sol y con la crisis

El Pritzker, que proyecta una sede del BBVA en México y el edificio de Abengoa en Sevilla, explica su postura hacia la arquitectura sustentable.
MADRID. -Antes de firmar el Centro Pompidou de París, el arquitecto Richard Rogers (Florencia, 1933) ideó una vivienda 100% sostenible. Corría el año 1968 y el Pritzker británico asegura que entonces la sustentabilidad le preocupaba lo mismo que hoy cuando levanta rascacielos y centros comerciales en varios continentes. Sólo que... "no todo el mundo quiere ser sustentable", apunta. "El 50% puede obligarlo la legislación. El resto lo decide el cliente". Así, reconoce que entre la nueva sede para el BBVA, que levanta en la ciudad de México, y el nuevo campus de Abengoa, que acaba de estrenar al sur de Sevilla, la constructora española ha querido ser más sostenible. ¿Cómo? Fundamentalmente jugando con el sol: "en Sevilla, más que aprovechar la luz y el calor se trata de evitar su torridez. Hemos levantado siete edificios que se protegen unos a otros. El mismo proyecto en Inglaterra hubiera separado más los edificios para aprovechar el sol. La sostenibilidad responde a las energías del lugar. A veces cerrándose al sol. Otras, abriéndose". Rogers -que ha trabajado en este proyecto con los españoles Luis Vidal y J. Fernández Carbonell- considera que la crisis económica mejorará la arquitectura: "los clientes son ya más cuidadosos y exigentes". Y recuerda que también la arquitectura es cíclica. Por eso, su receta anticrisis se remonta a la del 29. El resultado del desastre bursátil de entonces se tradujo arquitectónicamente en la construcción de parques. "Eso es lo que el Estado debe hacer en tiempos de crisis: generar puestos de trabajo mejorando las infraestructuras de las ciudades", considera. Rogers es un ecologista urbano. Abogado de las ciudades densas y sostenibles, fue el cerebro de la reconversión de Londres en una urbe con dos orillas. Ahora cree que los Juegos Olímpicos sanearán el este de Londres, "una de las zonas más pobres de Europa occidental", asegura. Confiesa que la idea la sacó de Barcelona. "Ya no nos acordamos de la Barcelona con la costa contaminada, pero la recuperación de la playa como espacio público para el disfrute de los ciudadanos fue un hito urbano que muchas ciudades han tratado de imitar". ¿Cómo ve hoy Barcelona en donde muchos ciudadanos critican un consistorio que parece más preocupado por los turistas que por los ciudadanos? "Barcelona debería diversificar sus zonas con atractivo turístico", propone. "Pero no hay que engañarse, los turistas traen riqueza". ¿Todos? ¿Incluso el turismo depredador que arrasa con cuanto encuentra y regresa a dormir al barco? Ante ese tipo de turista, sir Richard Rogers reconoce que la invasión diurna de las ciudades es un problema. Y propone cuotas, como con los coches. "Soy partidario de estudiar los casos y reducir el número de entradas en las ciudades. Sucedió con los coches y se podría aplicar al turismo". Después de construir edificios notables como la T4 de Barajas o las bodegas Protos, en Peñafiel (Valladolid), Rogers tiene, precisamente en Barcelona, atascada la reconversión de la antigua plaza de toros Las Arenas en centro comercial. Ante la pregunta de si ese cambio urbano también es sustentable, responde: "Mezclar comercio y cine favorece la cultura. El centro comercial tendrá luz natural y eso supone un gran ahorro cuando las tiendas consumen mucho en iluminación y aire acondicionado". Reconoce que la sostenibilidad resulta todavía cara. "El 50% del proyecto cuesta lo mismo hacerlo sostenible que no. El resto encarece. Pero gana en comodidad y responsabilidad. Y en una década devuelve el dinero en ahorro energético". Su opinión, como urbanista, respecto a otro de los grandes quebraderos de cabeza de Barcelona -resolver el problema de la prostitución-, Rogers es rotundo: "Esconder los problemas no los soluciona". También septuagenarios, sus ex socios sir Norman Foster y Renzo Piano son arquitectos que construyen en diversos continentes. ¿Qué queda de aquellos hippies que fueron? "Si se refiere a la mentalidad, sigue siendo la misma. Todavía queremos convertir el planeta en un mundo mejor. Y creo que la arquitectura que hacemos es mejor que el 95% de lo que hay construido. O sea, lo conseguimos".
Anatxu Zabalbeascoa © EL PAIS, SL.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Hotel Vela - España

El Hotel se localiza en la ciudad de Barcelona, España. Su característica principal está en su forma arquitectónica. Se localiza a pie del mar. Este cuenta con 473 habitaciones y 67 suites. Este hotel fue diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill. Cuanta con 27 plantas destinadas a ser un icono en la ciudad de la moda y el diseño. Los promotores del hotel son una cadena neoyorquina de hoteles, su construcción ha oscilado entre 180 y 200 millones de euros, más los 60 y 80 millones invertidos en empleados.


Cuenta con una superficie embellecida por el mar. Su emplazamiento es en un muelle, que es el resultado de la conexión entre el puerto urbano de Barcelona y su puerto industrial. El diseño de este hotel dice su arquitecto que escapa de pretensiones. Pero su geometría está perfectamente involucrada con el mar. De este hotel existen copias como son:



• El hotel la vela de Dubai


• El hotel vela de Reino Unido



La cercanía que posee esta edificación con el mar es lo que ha servido como atractivo, conjuntamente con su diseño. Dicha construcción ha combatido falsos prejuicios y criticas, que se dieron en contra de su construcción.

martes, 15 de septiembre de 2009

Gemelas Porteñas

Frente al predio ferroviario, sobrela avenida Juan B. Justo, el complejo de viviendas Torres Mirabilia de 46 y 47 pisos promete revitalizar el tejido residencial de un área del barrio que estaba degradada.
En el predio de 9000 m2 de la ex bodega Peñaflor, sobre la avenida Juan B. Justo, en Palermo, se alzan hoy las dos torres del conjunto Mirabilia, que cuentan con proyecto y dirección de obra de los estudios Esses-Naistat y ACF arquitectos.
Desmantelados los viejos galpones de chapa y transformado el sitio industrial en residencial con toda la infraestructura de servicios de los edificios de vivienda de última generación, la revitalización del área avanza, y se verá consolidada cuando el conjunto de emprendimientos públicos y privados, hoy en etapa de planificación y realización sobre el eje de Juan B. Justo desde Avenida del Libertador hasta Córdoba, se vaya completando.
Las dos torres de Mirabilia, cuya terminación está prevista para fines de este año, dominan el perfil urbano sobre Juan B. Justo, el eje este-oeste de escala metropolitana más importante de Buenos Aires, históricamente de carácter comercial y de servicios, con tránsito pesado.
Tras la desafectación de las bodegas, y el papel cada vez menos protagónico del ferrocarril, la zona se degradó y perdió identidad, con las instalaciones tomadas o refuncionalizadas y con un mínimo estado de conservación.
En este contexto, entre Humboldt, Nicaragua, Soler y Juan B. Justo, Mirabilia, con dos esbeltas torres ?de 46 y 47 pisos? se presenta como un hito en el barrio. Con acceso por Humboldt ?para no obstruir la circulación de Juan B. Justo?, esta decisión enfatiza el espíritu residencial de la zona.
El formato y la escala del edificio en torre responden a la escala urbana de la avenida y al espacio verde que hoy ocupa la ex playa de maniobras del ferrocarril. La planta baja libre favorece la transparencia en el nivel peatonal, y las características del conjunto ya han generado la aparición de desarrollos similares en las manzanas de su entorno, con lo que se anticipa la consolidación del tejido edificado en el sector.
"Una de las premisas básicas, dicen los autores, fue la implantación de las torres, cercanas a Juan B. Justo y separándose lo máximo posible del tejido residencial circundante, de escala y altura menor." Así, el conjunto crea su área privada, con piletas de natación climatizadas, hidromasaje, un área de juegos infantiles organizada como club de chicos, gimnasio, salón de relax, circuito aeróbico y putting green para el tiempo libre urbano.
Además, contará con bar, restó y minimercado, quincho con parrilla, microcine, salones para usos múltiples con expansión hacia el parque, y como contrapunto de las actividades a nivel del suelo, miradores panorámicos en los últimos pisos.
Respecto de los servicios, se ha previsto cabina para vigilancia las 24 horas con control de acceso, vestuarios para personal y servicios, laundry, grupo electrógeno y sistema de detección y extinción de incendios. Los departamentos cuentan con doble vidriado hermético templado en balcones, pisos flotantes de madera natural en estar-comedor y circulaciones, alfombra en dormitorios y porcelanato en cocina, mientras los baños llevan cerámica en pisos y muros, mesadas de mármol, y la cocina con anafe y horno en acero inoxidable.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Kenzo Tange: el heredero de Le Corbusier en Japón

Arquitecto y urbanista, Tange se basó en los principios del maestro suizo para conjugar tecnología y humanidad en sus proyectos

El arquitecto y urbanista japonés Kenzo Tange nació en Sakai el 4 de septiembre de 1913. Su vocación por la arquitectura, en cambio, surgió entrada su adolescencia, cuando conoció la obra de Le Corbusier y, cautivado por su trabajo, inició sus estudios en la Universidad de Tokio.
Por eso pueden reconocerse ciertas similitudes en los diseños de Tange y Le Corbusier, especialmente en el uso de los elementos de hormigón visto y de las azoteas como quinta fachada.
De él tomó los conceptos de diseño urbano y de planificación de ciudades y barrios, así como la combinación de diseños sencillos y racionales en los edificios.
Hacia 1946 se convirtió en profesor adjunto en la Universidad de Tokio, donde organizó el llamado Laboratorio Tange, que diseñaba proyectos junto a sus alumnos.
Esos proyectos reflejaban su convicción de que la arquitectura debe combinar tecnología y humanidad. Según Tange, las formas, los espacios y el aspecto correspondían a una lógica, y si bien la tradición podía materializarse en la creación de un nuevo proyecto, ya no sería visible en la obra terminada.
Entre sus obras figuran la sede principal de Olivetti en Japón (Tokio), el Conjunto del Ayuntamiento (Tokio), el Centro Cultural de Nichinan, el Centro de Radiodifusión y Prensa (Kofu), la Torre del Overseas Union Bank (Singapur), la Catedral de Santa María y el Fuji TV, ambos en Tokio.
El plan de 1960 para la expansión de Tokio llamó la atención de la comunidad de arquitectos en todo el mundo por su concepto innovador, ya que dirigió el crecimiento de la ciudad hacía la bahía, utilizando puentes, islas artificiales y estacionamientos flotantes.
Tange también fue profesor invitado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (Boston) y dictó seminarios en las universidades de Yale, Princeton, Berkeley y Washington, así como en el Instituto de Tecnología de Illinois, entre muchas otros.
Por su obra recibió cuatro de los premios más importantes en la arquitectura: la medalla de oro del Royal Institute of British Architecs (RIBA), la medalla de oro del American Institute of Architecs (AIA), la medalla de oro de la Academia Francesa de Arquitectura y el Premio Pritzker, considerado como el galardón internacional más prestigioso en el rubro. El maestro Tange murió en Tokio, el 22 de marzo de 2005.

El Museo Tamayo se expande

Con proyecto del estudio Rojkind, se estudia construir la nueva sede de 3500 m2 en la ladera de una colina en el estado de Atizapán, México


El edificio que desde 1972 ocupa el Museo Rufino Tamayo en el DF, México -inmerso en el frondoso Bosque de Chapultepec y próximo al Museo de Arqueologia- es obra de los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky, y un ejemplo de arquitectura contemporánea que en 1981 mereció el Premio Nacional de Arquitectura 1981. Si prospera la idea, esta institución de fuerte raigambre en la cultura local, extenderá sus dominios a una nueva sede, ahora emplazada sobre la ladera de una colina en el estado de Atizapán, México, con vistas increíbles al paisaje local. El proyecto, a cargo del estudio Rojkind Arquitectos preveé una resolución en sintonía con el edificio original. El concepto de una caja abierta que se desdobla para invitar a los visitantes a entrar, explorar y conocer todas las partes de un museo, responde en gran parte a las necesidades y preferencias del cliente, que prioriza la funcionalidad y la luz interior de las salas. Así, anclado sobre una fuerte pendiente, con una superficie cubierta de 3500 m2 y una fabulosa terraza, el diseño optimizará los recursos naturales del entorno, combinando la entrada de sol y las corrientes de aire para una buena ventilación.

Edificio de Departamentos Galileo (Polanco, México) - Pascal Arqs.

Ficha técnica
Nombre: Edificio de Departamentos Galileo
Diseño y construcción: Pascal Arquitectos, Carlos y Gerard Pascal
Ubicación: Calle Galileo 228, Colonia Polanco, Delegación Miguel Hidalgo, México
Superficie del terreno: 640,60 m2
Superficie construida: 1248,71 m2
Fecha: 2009















martes, 1 de septiembre de 2009

Cuando la procesión va por dentro

Para albergar una sede universitaria, un dock en Puerto Madero fue totalmente renovado en su organización interior. El proyecto de Urgell-Penedo-Urgell optimiza la fluidez circulatoria y la transparencia. Se reutilizaron materiales de la estructura original.

Aunque ya es una postal conocida de Buenos Aires, lo cierto es que el campus de la Pontificia Universidad Católica Argentina –tal su nombre completo– en Puerto Madero, recién ahora está en vías de ver terminadas las obras que le darán su configuración definitiva, gracias a la puesta en valor y refuncionalización del Dock 12, el último que faltaba reciclar, y que desde este año alberga a la Escuela de Posgrado. Es probable que el proyecto para este volumen, a cargo del estudio Urgell-Penedo-Urgell, constituya uno de los reciclajes más audaces de este barrio ribereño, ya que detrás de la fachada de estilo inglés y ladrillo visto, que conservó su imagen incorruptible y severa, se esconde una operación de cirugía mayor que subvierte por completo su lógica compositiva original. Sin embargo, sería incorrecto decir que del original sólo quedó la cáscara, ya que, en realidad, la obra conservó casi tanto como lo que modificó: sobre todo elementos constructivos, que fueron resignificados y vueltos a usar. Para ubicar a esta obra en su contexto general, hay que recordar que el campus de la UCA abarca los cuatro docks del Dique 2, adjudicados a la institución entre 1991 y 1992, a través de un concurso público de proyecto y precio. Pero, mientras los tres que llevan los números 9, 10 y 11, contando de norte a sur, funcionan a pleno desde hace años, el 12, había quedado retrasado y a la espera de que se definiera su destino. Ahora, a pesar de que todavía falta completar los últimos dos niveles, el tercer piso y el cuarto –que en rigor es un entrepiso–, puede decirse que sin duda la espera valió la pena.El carácter de esta obra es inseparable de la historia de su concepción. Una década y media atrás, cuando ni siquiera se sabía qué dependencias de la universidad iba a albergar el edificio, resultó urgente encarar una serie de obras comprometidas con la Corporación Antiguo Puerto Madero con el fin de evitar que avanzara su deterioro material, ya bastante crítico. Ese trabajo se debió iniciar sin que el programa arquitectónico estuviera definido, cosa que según los proyectistas, sin embargo, resultó de lo más natural: "En la arquitectura educacional, como en la hospitalaria, es común que se defina un sistema adaptable a lo que más tarde pida el programa", aseguran.En esta primera etapa, entonces, dado el valor patrimonial de estos galpones construidos a fines del siglo XIX, destinado originalmente a depósitos de mercancías, se tomó la decisión de ser "conservadores por fuera", ajustándose estrictamente al estilo original. Se reservaron para el interior, en cambio, la posibilidad de una intervención más contemporánea. Al mismo tiempo, avanzaron con la reforma estructural, que partió de una premisa clave: conseguir plantas de máxima flexibilidad. Curiosamente, la mitad del edificio contaba con una estructura metálica, un "Mecano" de piezas de hierro fundido atornilladas una a otras, con entrepisos de madera, mientras que la otra mitad era de hormigón; pero en toda la planta existía una grilla de columnas con una luz de 3,50 por 3,50 metros. El análisis estructural diagnosticó que era posible suprimir casi la mitad de columnas, tanto centrales como perimetrales, cosa que se hizo para limpiar la planta y ensanchar las luces hasta 10,50 metros (el triple), y en algunos sectores 17,50 (el quíntuple). Lejos de deshecharse, los elementos estructurales fueron convertidos en steel decks que se aprovecharon para reemplazar algunos entrepisos de madera muy deteriorados. Pero, además de esta suerte de "limpieza" estructural, la operación clave consistió en modificar la disposición original, que constaba de seis naves transversales –separadas entre sí por gruesos muros macizos de piedra–, para generar una nueva en sentido longitudinal. La nueva estructuración abarca desde el subsuelo, donde los muros fueron cortados para dar lugar al estacionamiento subterráneo, hasta el techo. Allí, donde había tres líneas de cabreada transversales sobre las viejas naves, se montó una sola, dispuesta a lo largo del edificio, pero que sin embargo está hecha con los componentes originales de las que se suprimieron. Gracias a este cambio, en el eje longitudinal del segundo piso se generó con una luz entre columnas de 17,5 metros, ya allí se ubicó el SUM, coronado por un techo a dos aguas.Plantas rajadasEsta organización de los espacios se aprovechó para generar un interior en forma de claustro, en la que el corazón del edificio se destinó a áreas de uso común, como el SUM, el aula magna y la sala de lectura, mientras que las aulas comunes se volcaron sobre las fachadas. Para más detalles, las destinadas al dictado de clases ocupan los frentes largos (sobre el dique y la avenida Alicia Moreau de Justo), mientras que se reservaron los frentes cortos, en el Norte y el Sur, para áreas de investigación. La disposición así escindida en corazón y perímetro quedó enfatizada con la apertura de dos grandes patios longitudinales, a modo de rajas, que cortan todas las plantas y llega hasta la cubierta, donde rematan en dos largas claraboyas que proveen luz solar a todos los pisos. Estas rajas operan como separación espacial y funcional entre los sectores perimetrales y los centrales, además de favorecer la transparencia interior. La segunda etapa del reciclaje abarcó la arquitectura interior, en la que destaca la búsqueda de transparencia. Por caso, es posible apreciar el interior del SUM cabreadas desde prácticamente todo el edificio, con la posibilidad de cerrarse mediante cortinados cuando su uso lo requiera. Por último, la tercera etapa, todavía en obra, abarcará el tercer piso y el cuarto –que en rigor es un entrepiso–, destinados a laboratorios especiales. Puede decirse que, si la arquitectura interior define al edificio como una obra única y original entre los cuatro docks del campus, hay otras intervenciones, sobre todo en la fachada, que dialogan con todo el conjunto. Por caso, en la fachada Sur, que es también el extremo sur de todo el campus, se dispuso una gran abertura de vidrio con marquesina, de uso exclusivamente ceremonial. que, según los proyectistas, es una "reinterpretación de la que ya había en el extremo opuesto del campus, es decir, en la fachada Norte del dock 9". De este modo, se busca definir una unidad formal para todo el conjunto. Sobre la fachada Norte, en tanto, se ubicó el acceso ligado al uso cotidiano, con un volumen adosado de hormigón y vidrio –un anexo a la fachada previsto por la normativa– que abre a un hall amplio, que a su vez conecta en forma fluida con la sucesión de túneles subterráneos que comunican a los cuatro docks. «