En el Parque Nacional Copo, Santiago del Estero, acaba de terminarse una obra interesante. Es un trabajo de arquitectura pensado para resolver tanto las necesidades funcionales como los problemas queacarrea un clima riguroso, imposible de evadir, de calor y sequía.Daniel Miranda, el arquitecto de Parques Nacionales responsable del proyecto, empezó como se debe empezar: entendiendo las tecnologías tradicionales del lugar y adaptándolas a las del presente. El repertorio fue de paredes de adobe que llegan hasta sesenta centímetros de espesor, con argamasa y ladrillos hechos en el lugar. Esto sirvió además para dar trabajo a los locales, que si bien tienen bajos recursos tecnológicos, a la hora de construir en adobe no hay quién los supere. Los muros están perforados con ventanas de dimensiones reducidas, galerías y aleros.Además, hay dos propuestas innovadoras. Una es el almacenamiento del agua de las lluvias estacionales, violentas pero breves, para el consumo anual en un tanque cisterna enterrado entre las casas. El otro es un sobretecho de chapas que permite correr las brisas y proyectar sombras, reduciendo los rayos solares en las paredes.El proyecto es sencillo: dos tiras que definen un espacio exterior. Se organiza así un espacio abierto, pero definido por dos los lados largos. Es una arquitectura de volúmenes a la sombra de una estructura de madera.El nuevo conjunto para la administración del Parque se encuentra a cincuenta kilómetros afuera de la reserva, en la localidad de Pampa de los Guanacos. Una gran planicie con cauces secos alternados con montes de quebrachos es el paisaje del parque en el Chaco santiagueño, y el trabajo que resuelve las necesidades funcionales de una reserva soluciona un programa de necesidades básicas como la administración con un Centro de Interpretación y vivienda para el intendente, además de un centro operativo con un conjunto de oficinas de informes con un destacamento con caballerizas.A todo esto se agregan paneles fotovoltaicos y tratamiento de efluentes. El quebracho, madera que abunda en los bosques de la reserva, fue utilizado para la tirantería de los techos. Una arquitectura pensada para ese lugar no es poca cosa.
jueves, 18 de diciembre de 2008
viernes, 21 de noviembre de 2008
Un proyecto con alas
En San Agustín de Guadalix, cerca de Madrid, se encuentra este llamativo edificio con forma de pájaro y totalmente mimetizado con el paisaje, que en realidad es una estación de servicios diseñada por Belén Moneo y Jeff Brock, del estudio madrileño Moneo-Brock. El dúo se ha llevado todos los laureles pues parece que se trata de la primera gasolinera de autor que se construye en España por iniciativa de un cliente en particular, en este caso el empresario José Antonio Núñez, alguien conocido por su interés en la estética y calidad de sus espacios comerciales. La piel del edificio es de cristal y los techos son de chapas de acero cuyo aspecto ligero repite el movimiento de las alas, como si estuvieran a punto de levantar vuelo.
martes, 21 de octubre de 2008
Imprenta Grafishow (Buenos Aires) - Arq. Daniel Ventura
El proyecto arquitectónicoImplantada en un lote de 8,66m de ancho por 23,00m de profundidad, en la ciudad de Buenos Aires, la obra, una imprenta de 220 m2 cubiertos, consolida el borde del tejido urbano con un cerramiento metálico de planta baja y un piso.La economía de recursos, tanto estructurales como técnico-constructivos, permitieron trabajar fundamentalmente sobre un lenguaje de austeridad expresiva.Cerrada y ciega, a manera de zócalo, la planta baja contiene la puerta de acceso y el portón para carga y descarga de materiales gráficos.Al cielo se abre la planta alta y deja paso a la entrada de luz natural controlada por parasoles metálicos que trabajan como desmaterialización de la masa y arman un contrapunto entre el lleno y el vacío.Por un lado, desde afuera, la transparencia de la hermética pared de cristal da cuenta de los diferentes grados de profundidad de la planta; por otro, desde adentro, el árbol resguarda la entrada del sol y se interpone, verde y perenne, entre los parasoles y el cielo.Como el proyecto está basado en el trabajo de la estructura como estructura arquitectónica, el espacio está expresado por el desnudo lenguaje de su estructura y de los elementos que la componen, bañados en luz, que no sólo dejan ver su huella sino que cumplen con distintos grados de determinaciones expresivo-funcionales.El acceso en doble altura está trabajado a manera de lucernario cuya luz rebota en un tabique estructural de hormigón armado inundando el espacio de luz natural y provocándole al material una transformación en relación con el tiempo.La profunda planta de producción está iluminada por cuatro lucernarios que permiten una luz homogénea en toda su superficie, desde allí y a través de un trabajo de planos acristalados se percibe continuo el espacio hasta verse como figura de fondo la intensa luz del vacío de acceso.La demandaEl encargo vino de la mano de un matrimonio de jóvenes empresarios cuyo requerimiento consistía en un edificio que permitiera albergar un programa tanto administrativo como de producción gráfica. Ésta, de aproximadamente el setenta por ciento de la superficie total cubierta y cada una con sus respectivos servicios.Además era imprescindible para los propietarios una gran privacidad, poco contacto con el espacio público y un importante grado de seguridad.La parte administrativa contaría con un espacio de atención al público y una oficina gerencial, y el sector productivo estaría dividido en dos: una oficina destinada a la producción técnica y un taller de producción gráfica.También era muy importante abastecerlo de un lugar de carga y descarga de materiales gráficos, como resmas de papel, formularios continuos, etc.La obraComenzó a construirse en el mes de octubre de 2001 y transcurrió su proceso constructivo debiendo soportar los abatares de la realidad económica argentina. Su costo fue oscilando los quinientos dólares estadounidenses el metro cuadrado. Siendo el factor económico un input muy importante, en ese momento, para el comitente.La materialización del proyecto da cuenta en efecto de la economía, en términos específicamente arquitectónicos. Los materiales utilizados expresan su voluntad, tanto estética como técnicamente.La fachada está resuelta en su totalidad con una estructura de perfiles metálicos así como el cerramiento inferior, de paneles fijos y móviles, revestidos en chapa lisa, y la parte superior con parasoles fijos de caño rectangular que controlan la entrada de la luz a través de cuatro grandes paños de cristales transparentes.Tanto la cubierta como la estructura interior de vigas y columnas, es de hormigón armado; salvo un tabique que divide a la parte administrativa del sector de carga y descarga de materiales gráficos, que es de bloques de hormigón.El cielorraso es de placas de yeso suspendido e incorpora todas las instalaciones en su interior, así como los artefactos embutidos de iluminación.La pureza de la caja blanca, pone de manifiesto los elementos constitutivos del espacio que ésta alberga, como los tabiques de hormigón armado, la escalera metálica con plegados de madera maciza y la pared de bloques de hormigón.Toda la obra se realizó con materiales y mano de obra tradicionales haciéndose fundamental hincapié en que la misma construcción fuera la que potencie la poética arquitectónica y que resuelva además su permanencia en el tiempo.
viernes, 17 de octubre de 2008
Perspectivas
Un arquitecto en la cima
El arquitecto portugués Alvaro Siza, este gracioso señor que en la foto luce trepado a una escalera, acaba de recibir el Premio RIBA Royal Gold Medal 2009, que otorga la reina Isabel de Inglaterra por sus 40 años de ejercicio comprometido con la profesión, por ser alguien capaz de poner el oficio por encima del éxito personal, y por su inmensa contribución a la arquitectura a través del debate y la docencia. En las obras de Siza, que en 1988 ganó el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe y en 1992 el Pritzker, se advierte la economía de recursos expresivos y la intrínseca relación de los elementos arquitectónicos. El arte de hacer mucho con poco
De afuera no parece nada del otro mundo, pero la simplicidad de las formas guarda muchos detalles, razón por la que los arquitectos Emiliano López (argentino) y su socia Mónica Rivera acaban de ganar el 50º Premio FAD de Arquitectura, uno de los más importantes de los concedidos en España. La pareja también ha quedado finalista por su hotel Aire en las Bárdenas (Navarra), un delicioso edificio de madera en medio de la nada. Los detalles son el elemento característico de las 27 viviendas de 40 metros cuadrados diseñadas para jóvenes en el distrito de Sant Andreu, de Barcelona.A esta obra modesta y barata, el jurado la consideró un ejemplo de cómo "es posible ser corriente y heroico a la vez. No queríamos gestos grandilocuentes, y puede ser que el clima general de crisis influya. Pero buscábamos buena arquitectura funcional y útil con independencia del tamaño o el presupuesto. Este edificio nos interesó desde el inicio", dijo Eduard Bru, presidente de un jurado que ha otorgado una mención al Museo del Faro de Santa Marta en Cascais, de los hermanos Aires Mateus. Un arquitecto en la cima
Después de que muchos transeúntes terminaran en la guardia de los hospitales con sendos chichones y moretones tras haber resbalado y tropezado mientras caminaban por el flamante puente que Calatrava diseñó para Venecia, otra pasarela del arquitecto español tuvo su momento de gloria días atrás. Se trata del Puente de los Acordes, en la entrada de la ciudad de Jerusalén, que fue iluminado con luces de color rosado durante la primera noche del Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama. El puente tiene un mástil de 130 metros y 60 cuerdas que evocan el instrumento musical que usaba el mítico rey David. La obra se parece bastante al Puente de la Mujer, en Puerto Madero, Buenos Aires.
El arquitecto portugués Alvaro Siza, este gracioso señor que en la foto luce trepado a una escalera, acaba de recibir el Premio RIBA Royal Gold Medal 2009, que otorga la reina Isabel de Inglaterra por sus 40 años de ejercicio comprometido con la profesión, por ser alguien capaz de poner el oficio por encima del éxito personal, y por su inmensa contribución a la arquitectura a través del debate y la docencia. En las obras de Siza, que en 1988 ganó el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe y en 1992 el Pritzker, se advierte la economía de recursos expresivos y la intrínseca relación de los elementos arquitectónicos. El arte de hacer mucho con poco
De afuera no parece nada del otro mundo, pero la simplicidad de las formas guarda muchos detalles, razón por la que los arquitectos Emiliano López (argentino) y su socia Mónica Rivera acaban de ganar el 50º Premio FAD de Arquitectura, uno de los más importantes de los concedidos en España. La pareja también ha quedado finalista por su hotel Aire en las Bárdenas (Navarra), un delicioso edificio de madera en medio de la nada. Los detalles son el elemento característico de las 27 viviendas de 40 metros cuadrados diseñadas para jóvenes en el distrito de Sant Andreu, de Barcelona.A esta obra modesta y barata, el jurado la consideró un ejemplo de cómo "es posible ser corriente y heroico a la vez. No queríamos gestos grandilocuentes, y puede ser que el clima general de crisis influya. Pero buscábamos buena arquitectura funcional y útil con independencia del tamaño o el presupuesto. Este edificio nos interesó desde el inicio", dijo Eduard Bru, presidente de un jurado que ha otorgado una mención al Museo del Faro de Santa Marta en Cascais, de los hermanos Aires Mateus. Un arquitecto en la cima
Después de que muchos transeúntes terminaran en la guardia de los hospitales con sendos chichones y moretones tras haber resbalado y tropezado mientras caminaban por el flamante puente que Calatrava diseñó para Venecia, otra pasarela del arquitecto español tuvo su momento de gloria días atrás. Se trata del Puente de los Acordes, en la entrada de la ciudad de Jerusalén, que fue iluminado con luces de color rosado durante la primera noche del Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama. El puente tiene un mástil de 130 metros y 60 cuerdas que evocan el instrumento musical que usaba el mítico rey David. La obra se parece bastante al Puente de la Mujer, en Puerto Madero, Buenos Aires.
jueves, 28 de agosto de 2008
El minimalismo
Mies van der Rohe, el padre del minimalismo en arquitectura, resumía esta filosofía de diseño con dos sentencias: "Menos es más" y "Dios está en los detalles", que en cierto modo implican la siguiente táctica: Diseñar lo que no se ve para mostrar lo que no se construye. O sea, crear elementos básicos, y relaciones simples entre esos elementos. Ocultar las soluciones técnicas para que lo material no protagonice la obra, pues ese protagonismo está reservado a los significados: dentro y fuera, opaco o transparente, claros y oscuros, singular o plural, suave, áspero, frio, caliente, estático, dinámico, y todo aquello que la arquitectura puede expresar pero que no se puede construir.
miércoles, 23 de julio de 2008
Plazas y paseos urbanos, una lección de pluralismo
Un jurado compuesto por urbanistas otorgó el Premio Espacio Público Europeo a la Barking Town Square, de Londres, que expresa la pluralidad y la inclusión.
Qué cambia la vida de los ciudadanos? ¿Una vivienda digna o un barrio bien comunicado?
¿Una fachada de vanguardia o armarios para sus trastos? ¿Un lugar en el que se pueda descansar a la sombra o una plaza en la que es posible convivir con los vecinos?
El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB, fue pionero a la hora de relacionar plazas urbanas e integración social con el Premio Espacio Público Europeo, que concede desde 2003. En este lustro, ha visto cómo otras instituciones europeas (La Cité de l?Architecture de París, el Architekturzentrum de Viena, The Architectural Foundation de Londres, el Nederlands Architectuurinstituut o el Museum of Finnish Architecture) se sumaban a su empeño. Porque parece un premio lógico, oportuno, una inversión realista para el futuro.
Aquello que los urbanistas llaman el lugar para la cohesión social (la integración entre ciudadanos de diversas creencias, procedencias y situaciones económicas) es el espacio público. Y el espacio público son las calles, las aceras, las plazas, y hasta según qué parques, nada que por la noche quede vallado y cerrado. Este año, el jurado, presidido por Manuel de Solà-Morales, aprovechó la entrega de premios para criticar la falta de riesgo de las administraciones con estos lugares. ?Cada vez más la idea de espacio público se tiende a reducir peligrosamente a un perímetro cerrado.?
Y eso no es espacio público. Tradicionalmente, las plazas, los paseos, debían estar preparados para ciudadanos con necesidades diversas: ancianos que precisan una barandilla para una escalera y jóvenes que se sientan en los peldaños; niños que pueden caerse por un terraplén y adolescentes que utilizan ese terraplén de rampa para darle impulso a su monopatín.
Ahora, además de la variedad social de edades y usos, en las plazas de las ciudades conviven ciudadanos de diversas culturas y costumbres.
La Barking Town Square, de Londres, ideada por el estudio MUF Architecture/Art, no encierra ni camufla esa diferencia de usos. Por eso, ha ganado el premio este año. Este quinto galardón expresa la diferencia: ?La pluralidad e incluso el conflicto como rasgos básicos de la ciudad?, apunta el jurado. Por eso es una solución innovadora para las periferias europeas. En la Barking Town Square convive el recreo de unos con el descanso de otros, las reuniones en las gradas con la comida de los trabajadores. Hay espacio para refugiarse del sol y la lluvia y zonas en las que sentarse solo. Por encima de la visión de un conjunto, prima la diferencia. Una plaza hoy es más una suma de diferencias que un espacio unitario.
¿Una fachada de vanguardia o armarios para sus trastos? ¿Un lugar en el que se pueda descansar a la sombra o una plaza en la que es posible convivir con los vecinos?
El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB, fue pionero a la hora de relacionar plazas urbanas e integración social con el Premio Espacio Público Europeo, que concede desde 2003. En este lustro, ha visto cómo otras instituciones europeas (La Cité de l?Architecture de París, el Architekturzentrum de Viena, The Architectural Foundation de Londres, el Nederlands Architectuurinstituut o el Museum of Finnish Architecture) se sumaban a su empeño. Porque parece un premio lógico, oportuno, una inversión realista para el futuro.
Aquello que los urbanistas llaman el lugar para la cohesión social (la integración entre ciudadanos de diversas creencias, procedencias y situaciones económicas) es el espacio público. Y el espacio público son las calles, las aceras, las plazas, y hasta según qué parques, nada que por la noche quede vallado y cerrado. Este año, el jurado, presidido por Manuel de Solà-Morales, aprovechó la entrega de premios para criticar la falta de riesgo de las administraciones con estos lugares. ?Cada vez más la idea de espacio público se tiende a reducir peligrosamente a un perímetro cerrado.?
Y eso no es espacio público. Tradicionalmente, las plazas, los paseos, debían estar preparados para ciudadanos con necesidades diversas: ancianos que precisan una barandilla para una escalera y jóvenes que se sientan en los peldaños; niños que pueden caerse por un terraplén y adolescentes que utilizan ese terraplén de rampa para darle impulso a su monopatín.
Ahora, además de la variedad social de edades y usos, en las plazas de las ciudades conviven ciudadanos de diversas culturas y costumbres.
La Barking Town Square, de Londres, ideada por el estudio MUF Architecture/Art, no encierra ni camufla esa diferencia de usos. Por eso, ha ganado el premio este año. Este quinto galardón expresa la diferencia: ?La pluralidad e incluso el conflicto como rasgos básicos de la ciudad?, apunta el jurado. Por eso es una solución innovadora para las periferias europeas. En la Barking Town Square convive el recreo de unos con el descanso de otros, las reuniones en las gradas con la comida de los trabajadores. Hay espacio para refugiarse del sol y la lluvia y zonas en las que sentarse solo. Por encima de la visión de un conjunto, prima la diferencia. Una plaza hoy es más una suma de diferencias que un espacio unitario.
miércoles, 16 de julio de 2008
Defender el patrimonio
Basta de Demoler
Cómo opera el activo grupo de vecinos que salvó al Hospital Rivadavia de su destrucción.
Cuando la empresa concesionaria de las líneas de subterráneos empezó la ampliación de los recorridos, Santiago Pusso -profesor de música y director de coros- notó que mientras avanzaban las obras desaparecían las mayólicas y los murales de las estaciones más antiguas. A título personal se contactó con la Fundación Ciudad para averiguar cómo evitarlo. No recibió más que consejos y recomendaciones, de manera que en solitario decidió juntar documentación y mandar cartas a las autoridades de turno. Insistió, hasta que un día lo recibió el entonces Secretario de Producción y Servición, Nicolás Gallo, que en una semana consiguió que el Poder Ejecutivo de la ciudad declarara Monumento Histórico a la mayoría de las estaciones.
Más que la gesta romántica de un porteño sensible, aquella iniciativa le sirvió a Pusso para comprobar que las cosas cambian cuando los vecinos ejercen sus derechos, y que muchas veces la inercia de los funcionarios se debe a que desconocen las normas vigentes y los mecanismos para instrumentarlas. De esas dos certezas nació en 2007 Basta de Demoler. Al principio eran cuatro gatos locos enfrentados a las topadoras, pero en menos de un año la organización creció. Hoy tramita su personería jurídica, tiene blog y 20 miembros activos de distintas edades, profesiones y barrios que, junto a más de 150 voluntarios, trabajan activamente para evitar la demolición indiscriminada y promover la refuncionalización de los edificios con valor patrimonial. "El desarrollador que compra estos edificios hace su negocio más allá de lo que piense el vecino. Nosotros no cuestionamos al desarrollador, sino a la normativa que da lugar a este conflicto de intereses -sostiene Pusso, fundador y coordinador de Basta de Demoler-. El que vive en una casa baja y al lado le levantan doce pisos ve afectado su estilo de vida, ese es un problema que hoy existe por la poca claridad del Código de Planeamiento y por la falta de una catalogación seria. Los emprendimientos son legales, pero en ese contexto no son justos."
Además de presentar recursos de amparo, reciben denuncias de vecinos y recorren la ciudad relevando edificios en vías de extinción. Según sus cálculos existen al menos 2000 sin ninguna protección legal, y creen que desde hace unos años desaparecen por mes dos petits hôtels y casas de estilo. "Los argentinos tenemos una de las Constituciones más avanzadas del mundo, y en particular la ciudad cuenta con una muy moderna que deja bien claro el derecho del ciudadano -sostiene Hugo Cortínez, abogado y miembro de Basta de Demoler-. El artículo 26 y 27 garantiza, textualmente, la preservación y restauración del patrimonio natural, urbanístico y arquitectónico de la ciudad. Ese es uno de los principios básicos que argumentamos cuando nos presentamos ante la Justicia", agrega.
Aunque llegaron tarde en muchos casos, en otros lograron impedir la desaparición de espacios significativos, como un petit hotel de la calle Montevideo, el teatro Del Picadero y recientemente el hospital Rivadavia. "Las acciones apuntan a la concientización y el perfeccionamiento de las normativas. No estamos en contra de las torres, sino que queremos que el patrimonio sea una variable más de la construcción, como en otras ciudades del mundo donde los grandes desarrollos inmobiliarios no se llevan por delante la historia", explica Juan Vacas, estudiante de Arquitectura y miembro de la organización. Los beneficios de la ley
¿Una utopía en tiempos de boom inmobiliario? ¿Y los derechos del que vende porque no puede mantener una casa que se viene abajo? ¿Qué responsabilidad le cabe a quien compró y tiene un proyecto aprobado por el Poder Ejecutivo?
El caso del teatro el Picadero es un ejemplo de cómo es posible llegar a un acuerdo sin perjudicar los intereses de las partes. El teatro, en el pasaje Santos Discépolo -por donde pasó el primer tranvía de la ciudad-, fue adquirido por una empresa constructora cuyo plan era levantar un edificio sobre el terreno del teatro, que además está protegido por la ley 14.800, que dice que donde hubo un teatro se debe levantar otro. "Lo que pocos saben es que en la sección 10 del Código de Planeamiento, donde habla de las catalogaciones y los valores patrimoniales, están contemplados una serie de incentivos proteccionistas -dice María del Carmen Arias Usandivaras, abogada-. Una casa catalogada accede a descuentos en las tasas municipales, créditos blandos para refaccionar y tiene un sistema de compensaciones de metros cuadrados por el cual si pensabas construir ahí 8 pisos y ya no podés hacerlo, el Gobierno te da la misma cantidad de metros para construir en cualquier lugar de la ciudad, y hasta podés vender esos metros compensados."
El GCBA había autorizado la construcción de un edifico de altura en el lugar, pero admitió su error tras el recurso de amparo presentado por Basta de Demoler. "Años atrás el mismo gobierno había mandado a pintar un mural en el pasaje en homenaje al primer tranvía y al Picadero, porque ahí tuvo lugar Teatro Abierto, primera manifestación cultural alternativa durante la dictadura militar. Una contradicción que muestra el desconocimiento de algunos funcionarios. Nos sentamos a conversar con el desarrollador, que finalmente aceptó modificar su proyecto. La empresa obtuvo la compensación de metros cuadrados, además decidió hacerse cargo de la administración del teatro. Las autoridades salieron bien paradas y los vecinos recuperaron un espacio significativo para ellos. Es un caso emblemático de cómo se puede llegar a un acuerdo usando los mecanismos legales que existen."
A pulmón, sin subsidios y financiados con el propio bolsillo, el grupo se moviliza ante cualquier aviso de obra colgado en una fachada antigua. Y después de mucho insistir fueron convocados por la Subsecretaría de Patrimonio porteño para colaborar en la próxima catalogación de los edificios con valor patrimonial de la ciudad, una herramienta clave, pues en el contexto actual todo tiene valor hasta que se demuestre lo contrario.
"Es necesario definir qué es patrimonio, qué edificios hay que proteger y qué espacios tienen significación para los vecinos. Por eso es urgente la catalogación -sostiene Marcelo Magadán, arquitecto, master en Restauración de Monumentos, especialista en Gestión de Conservación del Patrimonio Cultural y miembro de Basta de Demoler-. Hay distintas variables para definir la importancia del bien cultural. Hay cosas que tienen valor histórico, otras arquitectónico, artístico, y también valor simbólico, que atañe al significado que tiene para un vecino, determinado edificio o espacio. En lo simbólico se juegan subjetividades, como el caso de Floresta, donde existe un bar que quizá no tiene valor arquitectónico, pero que para los vecinos forma parte de su memoria y su vida cotidiana. Mientras no nos pongamos de acuerdo se siguen perdiendo cosas, y convengamos que ahí no hay vuelta atrás; lo que se pierde, no se vuelve a construir.
Más que la gesta romántica de un porteño sensible, aquella iniciativa le sirvió a Pusso para comprobar que las cosas cambian cuando los vecinos ejercen sus derechos, y que muchas veces la inercia de los funcionarios se debe a que desconocen las normas vigentes y los mecanismos para instrumentarlas. De esas dos certezas nació en 2007 Basta de Demoler. Al principio eran cuatro gatos locos enfrentados a las topadoras, pero en menos de un año la organización creció. Hoy tramita su personería jurídica, tiene blog y 20 miembros activos de distintas edades, profesiones y barrios que, junto a más de 150 voluntarios, trabajan activamente para evitar la demolición indiscriminada y promover la refuncionalización de los edificios con valor patrimonial. "El desarrollador que compra estos edificios hace su negocio más allá de lo que piense el vecino. Nosotros no cuestionamos al desarrollador, sino a la normativa que da lugar a este conflicto de intereses -sostiene Pusso, fundador y coordinador de Basta de Demoler-. El que vive en una casa baja y al lado le levantan doce pisos ve afectado su estilo de vida, ese es un problema que hoy existe por la poca claridad del Código de Planeamiento y por la falta de una catalogación seria. Los emprendimientos son legales, pero en ese contexto no son justos."
Además de presentar recursos de amparo, reciben denuncias de vecinos y recorren la ciudad relevando edificios en vías de extinción. Según sus cálculos existen al menos 2000 sin ninguna protección legal, y creen que desde hace unos años desaparecen por mes dos petits hôtels y casas de estilo. "Los argentinos tenemos una de las Constituciones más avanzadas del mundo, y en particular la ciudad cuenta con una muy moderna que deja bien claro el derecho del ciudadano -sostiene Hugo Cortínez, abogado y miembro de Basta de Demoler-. El artículo 26 y 27 garantiza, textualmente, la preservación y restauración del patrimonio natural, urbanístico y arquitectónico de la ciudad. Ese es uno de los principios básicos que argumentamos cuando nos presentamos ante la Justicia", agrega.
Aunque llegaron tarde en muchos casos, en otros lograron impedir la desaparición de espacios significativos, como un petit hotel de la calle Montevideo, el teatro Del Picadero y recientemente el hospital Rivadavia. "Las acciones apuntan a la concientización y el perfeccionamiento de las normativas. No estamos en contra de las torres, sino que queremos que el patrimonio sea una variable más de la construcción, como en otras ciudades del mundo donde los grandes desarrollos inmobiliarios no se llevan por delante la historia", explica Juan Vacas, estudiante de Arquitectura y miembro de la organización. Los beneficios de la ley
¿Una utopía en tiempos de boom inmobiliario? ¿Y los derechos del que vende porque no puede mantener una casa que se viene abajo? ¿Qué responsabilidad le cabe a quien compró y tiene un proyecto aprobado por el Poder Ejecutivo?
El caso del teatro el Picadero es un ejemplo de cómo es posible llegar a un acuerdo sin perjudicar los intereses de las partes. El teatro, en el pasaje Santos Discépolo -por donde pasó el primer tranvía de la ciudad-, fue adquirido por una empresa constructora cuyo plan era levantar un edificio sobre el terreno del teatro, que además está protegido por la ley 14.800, que dice que donde hubo un teatro se debe levantar otro. "Lo que pocos saben es que en la sección 10 del Código de Planeamiento, donde habla de las catalogaciones y los valores patrimoniales, están contemplados una serie de incentivos proteccionistas -dice María del Carmen Arias Usandivaras, abogada-. Una casa catalogada accede a descuentos en las tasas municipales, créditos blandos para refaccionar y tiene un sistema de compensaciones de metros cuadrados por el cual si pensabas construir ahí 8 pisos y ya no podés hacerlo, el Gobierno te da la misma cantidad de metros para construir en cualquier lugar de la ciudad, y hasta podés vender esos metros compensados."
El GCBA había autorizado la construcción de un edifico de altura en el lugar, pero admitió su error tras el recurso de amparo presentado por Basta de Demoler. "Años atrás el mismo gobierno había mandado a pintar un mural en el pasaje en homenaje al primer tranvía y al Picadero, porque ahí tuvo lugar Teatro Abierto, primera manifestación cultural alternativa durante la dictadura militar. Una contradicción que muestra el desconocimiento de algunos funcionarios. Nos sentamos a conversar con el desarrollador, que finalmente aceptó modificar su proyecto. La empresa obtuvo la compensación de metros cuadrados, además decidió hacerse cargo de la administración del teatro. Las autoridades salieron bien paradas y los vecinos recuperaron un espacio significativo para ellos. Es un caso emblemático de cómo se puede llegar a un acuerdo usando los mecanismos legales que existen."
A pulmón, sin subsidios y financiados con el propio bolsillo, el grupo se moviliza ante cualquier aviso de obra colgado en una fachada antigua. Y después de mucho insistir fueron convocados por la Subsecretaría de Patrimonio porteño para colaborar en la próxima catalogación de los edificios con valor patrimonial de la ciudad, una herramienta clave, pues en el contexto actual todo tiene valor hasta que se demuestre lo contrario.
"Es necesario definir qué es patrimonio, qué edificios hay que proteger y qué espacios tienen significación para los vecinos. Por eso es urgente la catalogación -sostiene Marcelo Magadán, arquitecto, master en Restauración de Monumentos, especialista en Gestión de Conservación del Patrimonio Cultural y miembro de Basta de Demoler-. Hay distintas variables para definir la importancia del bien cultural. Hay cosas que tienen valor histórico, otras arquitectónico, artístico, y también valor simbólico, que atañe al significado que tiene para un vecino, determinado edificio o espacio. En lo simbólico se juegan subjetividades, como el caso de Floresta, donde existe un bar que quizá no tiene valor arquitectónico, pero que para los vecinos forma parte de su memoria y su vida cotidiana. Mientras no nos pongamos de acuerdo se siguen perdiendo cosas, y convengamos que ahí no hay vuelta atrás; lo que se pierde, no se vuelve a construir.
La casa de los elefantes [Norman Foster].
Con el objetivo de preservar la especie de mamíferos más grandes del reino animal, proporcionarles un entorno de vivienda más natural y relajado, y restablecer la relación visual entre el zoológico y el parque, Norman Foster y Partners han diseñado la Casa de los Elefantes [Elephants House], ubicada dentro del zoológico de Copenhague, en el Parque Real, a un costado del Palacio de Fredriksberg. (Mie Jun 25 2008)
Arquitectura y Tecnología
En la antigüedad la Arquitectura se resolvía de acuerdo a las características geográficas y los materiales que encontraban sus constructores.
En lugares donde abundaba la piedra, se desarrollaron sistemas constructivos a base de muros y columnas. Por el contrario, en los lugares donde se carecía de aquel material, los constructores emplearon la tierra para fabricar adobes de barro y paja y tabiques de barro cocidos al fuego, con los que crearon estructuras sostenidas por arcos y bóvedas.
Con el paso del tiempo, los antiguos sistemas constructivos se fueron transformando según los avances tecnológicos de cada periodo de la historia. En la edad media, por ejemplo, las bóvedas de cañón de origen romano se transformaron en bóvedas esféricas apoyadas sobre pechinas, lo que permitió a los arquitectos abrir los espacios y jugar con la iluminación al interior de los edificios.
Así, los sistemas constructivos descubiertos, los materiales disponibles en cada región y, sobre todo, los avances tecnológicos de cada época han influido en las soluciones ofrecidas en cada tendencia o estilo arquitectónico.
En el periodo contemporáneo podemos ver edificios de formas complejas que, todavía hace un par de décadas, eran prácticamente irrealizables, pero que ahora son posibles debido al uso de los ligerísimos materiales de alta resistencia. Ejemplo de ello son el Museo Judío de San Francisco diseñado por Daniel Libeskind, el Centro Comercial Selfridges de la ciudad de Birmingham y el proyecto de Tour Port la Chapelle ubicado en la ciudad de París. En estos proyectos es evidente que los nuevos materiales, además de que han influido en la parte estética de la Arquitectura, han cambiado la forma de proyectar de algunos arquitectos y permitido construir estructuras que, en un pasado reciente, pudieron haber sido objeto de alguna novela de ciencia ficción: las ciudades anfibias como Lilypad, diseñada por el arquitecto francés Vincent Callebaut, y las impresionantes Torres dinámicas de Burj Dubai, son un ejemplo.
La variedad de soluciones técnicas es ahora infinita, por lo que seguramente en unos cuantos años más los arquitectos estarán creando extraordinarias obras con materiales novedosos, cuyas apariencias y propiedades sin duda cambiarán totalmente la concepción de la Arquitectura
Luis Alberto González Cabrera
En lugares donde abundaba la piedra, se desarrollaron sistemas constructivos a base de muros y columnas. Por el contrario, en los lugares donde se carecía de aquel material, los constructores emplearon la tierra para fabricar adobes de barro y paja y tabiques de barro cocidos al fuego, con los que crearon estructuras sostenidas por arcos y bóvedas.
Con el paso del tiempo, los antiguos sistemas constructivos se fueron transformando según los avances tecnológicos de cada periodo de la historia. En la edad media, por ejemplo, las bóvedas de cañón de origen romano se transformaron en bóvedas esféricas apoyadas sobre pechinas, lo que permitió a los arquitectos abrir los espacios y jugar con la iluminación al interior de los edificios.
Así, los sistemas constructivos descubiertos, los materiales disponibles en cada región y, sobre todo, los avances tecnológicos de cada época han influido en las soluciones ofrecidas en cada tendencia o estilo arquitectónico.
En el periodo contemporáneo podemos ver edificios de formas complejas que, todavía hace un par de décadas, eran prácticamente irrealizables, pero que ahora son posibles debido al uso de los ligerísimos materiales de alta resistencia. Ejemplo de ello son el Museo Judío de San Francisco diseñado por Daniel Libeskind, el Centro Comercial Selfridges de la ciudad de Birmingham y el proyecto de Tour Port la Chapelle ubicado en la ciudad de París. En estos proyectos es evidente que los nuevos materiales, además de que han influido en la parte estética de la Arquitectura, han cambiado la forma de proyectar de algunos arquitectos y permitido construir estructuras que, en un pasado reciente, pudieron haber sido objeto de alguna novela de ciencia ficción: las ciudades anfibias como Lilypad, diseñada por el arquitecto francés Vincent Callebaut, y las impresionantes Torres dinámicas de Burj Dubai, son un ejemplo.
La variedad de soluciones técnicas es ahora infinita, por lo que seguramente en unos cuantos años más los arquitectos estarán creando extraordinarias obras con materiales novedosos, cuyas apariencias y propiedades sin duda cambiarán totalmente la concepción de la Arquitectura
Luis Alberto González Cabrera
viernes, 11 de julio de 2008
Marca de agua
Selección de obras y reflexiones acerca del futuro del prestigioso estudio de Mar del Plata, que la semana última perdió a uno de sus titulares, el arquitecto Carlos Mariani.
MAR DEL PLATA.-Hoteles, casas, torres de lujo, sedes universitarias, templos religiosos, parques recreativos, centros comerciales y barrios privados. Nada escapó a sus ideas, trazos y bosquejos a la hora de sentarse frente al tablero para plasmar el próximo proyecto. Y siempre había uno en marcha. O varios, como en estos días, en los que entre otras obras se aprestaba a culminar un hotel en Rosario, o iniciar la remodelación y restauración interior del Gran Hotel Provincial, una de las joyas de Alejandro Bustillo. Es desde aquí, su ciudad natal, donde el arquitecto Carlos Mariani, fallecido el lunes 30 de junio, a los 67 años, ganó trascendencia nacional e internacional. Y hay coincidencias entre sus colegas a la hora de señalarlo como el profesional que más incidió en la postal de la ciudad de Mar del Plata durante los últimos 25 años.
"Las realizaciones de Carlos Mariani eran obra de autor", afirmó el decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Mar del Plata (FAUD), Roberto Guadagna, que señala al colega fallecido como "una síntesis entre la arquitectura disciplinar y la instrumental. Su legado profesional va a trascender en el tiempo y marcará a las nuevas generaciones que pasan por nuestras aulas." Hacer ciudad
En un reportaje concedido a la publicación especializada Scalae, Mariani remarcaba un concepto que mantenía a la cabeza de sus premisas: "Los catalanes nos inculcaron que hacer arquitectura es hacer ciudad", decía. Y desde esa prioridad que otorgaba a la relación entre arquitectura y paisaje planteaba que incluir la calle y la plaza en los proyectos "es apoyar una reorganización del espacio privado".
La obra de Mariani se advierte tanto en la ciudad como en la periferia marplatense. Pero en la franja de playa es donde mejor se resume su labor profesional. Allí se distinguen edificaciones que trascendieron por calidad y estilo que les supo imprimir desde esa usina de ideas e innovaciones que es el estudio que compartía con su esposa, Haydée Pérez Maraviglia y la nueva generación, como se refería a su hijo Jerónimo y a su socio Oscar Cañadas.
Supo sorprender desde las inmediaciones del faro de Punta Mogotes, donde dio forma al Aquarium, en el que supo generar un clima de comunión entre mar, dunas, vegetación e infraestructura.
Más aquí, en las alturas del Golf Club de Playa Grande, diseñó hace más de una década el Sheraton Mar del Plata Hotel, con esa imagen exterior de ladrillo visto que fue uno de sus sellos. "Le rescatamos su protagonismo expresivo", decía de este sencillo material con los que aquí también resolvió, entre otros, las fachadas de Los Gallegos Shopping y esa prolongación natural del complejo Bustillo, que es el paseo a los pies del Hotel Hermitage, donde también comandó el diseño del sector cinco estrellas.
La impronta de Mariani brilla además frente a los balnearios marplatenses más cotizados, donde hace cinco años encabezó el desafío de acercar a la ciudad la creciente tendencia de los edificios premium. Abrió el camino con el desarrollo de las torres Barrancas de Playa Grande, en lo más alto del Parque San Martín.
A él, también, inversores le confiaron el desarrollo del primer barrio privado que tuvo Mar del Plata: Rumencó. Desde su condición de colega, Jerónimo Mariani rescata el legado de su padre: "Tuvo obras con mucho reconocimiento aquí y en el exterior, que lo convirtieron en un referente", dice.
Juntos representaron a la Argentina en la Bienal de Venecia 2002 con el desarrollo del plan maestro que el estudio Mariani-Pérez Maraviglia ideó para el complejo Punta Mogotes.
En ese mismo estudio se trabaja ahora a destajo en el desarrollo de una torre de 30 pisos en Capital Federal y se ajustan detalles para la inminente inauguración en Santa Fe del hotel, casino y centro de convenciones Los Silos, proyecto con el que Mariani sumó el año pasado uno de sus últimos premios durante la XI Bienal Internacional de Arquitectura Buenos Aires.
Por Darío Palavecino de la Redacción de LA NACION
Recuperar el valor de una ciudad
Desde su adolescencia, cuando comenzaba la segunda mitad del siglo XX, vio de cerca cómo se reducía a escombros aquella selecta Mar del Plata de reminiscencias europeas a manos de una propiedad horizontal que intentaba dar respuestas al auge del turismo social.
Décadas después, Mariani se convirtió en uno de los profesionales con mayor intervención en la preservación de edificios considerados patrimonio arquitectónico de la ciudad. Desde el aggiornamiento de pequeños chalets que mutaron en espacios comerciales hasta la preservación de la actual sede de la Fundación Bolsa de Comercio, y la recuperación y puesta en valor del Instituto Nacional de Biología, hoy convertido en La Normandina, un complejo gastronómico emplazado sobre una de las escolleras de Playa Grande.
"Trabajó en los edificios más emblemáticos con un criterio cívico, de totalidad, priorizando lo que convenía a la ciudad", remarca Alejandro Novacovsky, especialista en preservación patrimonial de la FAUD.
Mariani participó de la reciente remodelación de sectores del Casino Central y a su estudio le acaban de confiar la restauración y remodelación interior del Gran Hotel Provincial, concesionado ahora por un grupo inversor que lidera la cadena internacional NH. Novacovsky destaca el sentido de trabajo en equipo que distinguía a Mariani: "Se apoyaba en especialistas, dejaba opinar, sabía escuchar y hacía participar tanto en el proyecto como en la concreción de la obra".
"Las realizaciones de Carlos Mariani eran obra de autor", afirmó el decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Mar del Plata (FAUD), Roberto Guadagna, que señala al colega fallecido como "una síntesis entre la arquitectura disciplinar y la instrumental. Su legado profesional va a trascender en el tiempo y marcará a las nuevas generaciones que pasan por nuestras aulas." Hacer ciudad
En un reportaje concedido a la publicación especializada Scalae, Mariani remarcaba un concepto que mantenía a la cabeza de sus premisas: "Los catalanes nos inculcaron que hacer arquitectura es hacer ciudad", decía. Y desde esa prioridad que otorgaba a la relación entre arquitectura y paisaje planteaba que incluir la calle y la plaza en los proyectos "es apoyar una reorganización del espacio privado".
La obra de Mariani se advierte tanto en la ciudad como en la periferia marplatense. Pero en la franja de playa es donde mejor se resume su labor profesional. Allí se distinguen edificaciones que trascendieron por calidad y estilo que les supo imprimir desde esa usina de ideas e innovaciones que es el estudio que compartía con su esposa, Haydée Pérez Maraviglia y la nueva generación, como se refería a su hijo Jerónimo y a su socio Oscar Cañadas.
Supo sorprender desde las inmediaciones del faro de Punta Mogotes, donde dio forma al Aquarium, en el que supo generar un clima de comunión entre mar, dunas, vegetación e infraestructura.
Más aquí, en las alturas del Golf Club de Playa Grande, diseñó hace más de una década el Sheraton Mar del Plata Hotel, con esa imagen exterior de ladrillo visto que fue uno de sus sellos. "Le rescatamos su protagonismo expresivo", decía de este sencillo material con los que aquí también resolvió, entre otros, las fachadas de Los Gallegos Shopping y esa prolongación natural del complejo Bustillo, que es el paseo a los pies del Hotel Hermitage, donde también comandó el diseño del sector cinco estrellas.
La impronta de Mariani brilla además frente a los balnearios marplatenses más cotizados, donde hace cinco años encabezó el desafío de acercar a la ciudad la creciente tendencia de los edificios premium. Abrió el camino con el desarrollo de las torres Barrancas de Playa Grande, en lo más alto del Parque San Martín.
A él, también, inversores le confiaron el desarrollo del primer barrio privado que tuvo Mar del Plata: Rumencó. Desde su condición de colega, Jerónimo Mariani rescata el legado de su padre: "Tuvo obras con mucho reconocimiento aquí y en el exterior, que lo convirtieron en un referente", dice.
Juntos representaron a la Argentina en la Bienal de Venecia 2002 con el desarrollo del plan maestro que el estudio Mariani-Pérez Maraviglia ideó para el complejo Punta Mogotes.
En ese mismo estudio se trabaja ahora a destajo en el desarrollo de una torre de 30 pisos en Capital Federal y se ajustan detalles para la inminente inauguración en Santa Fe del hotel, casino y centro de convenciones Los Silos, proyecto con el que Mariani sumó el año pasado uno de sus últimos premios durante la XI Bienal Internacional de Arquitectura Buenos Aires.
Por Darío Palavecino de la Redacción de LA NACION
Recuperar el valor de una ciudad
Desde su adolescencia, cuando comenzaba la segunda mitad del siglo XX, vio de cerca cómo se reducía a escombros aquella selecta Mar del Plata de reminiscencias europeas a manos de una propiedad horizontal que intentaba dar respuestas al auge del turismo social.
Décadas después, Mariani se convirtió en uno de los profesionales con mayor intervención en la preservación de edificios considerados patrimonio arquitectónico de la ciudad. Desde el aggiornamiento de pequeños chalets que mutaron en espacios comerciales hasta la preservación de la actual sede de la Fundación Bolsa de Comercio, y la recuperación y puesta en valor del Instituto Nacional de Biología, hoy convertido en La Normandina, un complejo gastronómico emplazado sobre una de las escolleras de Playa Grande.
"Trabajó en los edificios más emblemáticos con un criterio cívico, de totalidad, priorizando lo que convenía a la ciudad", remarca Alejandro Novacovsky, especialista en preservación patrimonial de la FAUD.
Mariani participó de la reciente remodelación de sectores del Casino Central y a su estudio le acaban de confiar la restauración y remodelación interior del Gran Hotel Provincial, concesionado ahora por un grupo inversor que lidera la cadena internacional NH. Novacovsky destaca el sentido de trabajo en equipo que distinguía a Mariani: "Se apoyaba en especialistas, dejaba opinar, sabía escuchar y hacía participar tanto en el proyecto como en la concreción de la obra".
miércoles, 2 de julio de 2008
Del minimalismo al maximalismo
El próximo 22 y 23 de octubre de 2008, el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires será escenario del 1er. Encuentro Internacional de Interiorismo y Diseño organizado por Decoradores Argentinos Asociados (DarA), juntamente con PR& DB Pichon Riviere & Díaz Bobillo Consultores.
Con el objeto de intercambiar ideas entre profesionales de distintas culturas, durante esos días se desarrollará un amplio programa de conferencias y mesas redondas con profesionales del diseño y la decoración, procedentes de Italia, Paola Navone y Giovanni Gervasoni; Inglaterra, Simon Cavelle, y Estados Unidos, Calvin Tsao, como también importantes especialistas argentinos, Juan Azcue, Mónica Melhem, Federico Churba y Fabián Alejo Parra. Un ámbito de reflexión que tendrá como objetivo debatir Hacia donde van los diseñadores por el mundo . Allí se expondrán proyectos que fueron éxitos internacionales y también experiencias locales, que permitirán sacar conclusiones con fines prácticos y aplicarlas a nuestra realidad.
"Después de contar con la experiencia de cumplir nuestros veintidós años de existencia, como asociación sin fines de lucro, constituida para desarrollar y promover la temática afín al diseño y a la decoración, decidimos generar un intercambio entre diferentes culturas
Con el objeto de intercambiar ideas entre profesionales de distintas culturas, durante esos días se desarrollará un amplio programa de conferencias y mesas redondas con profesionales del diseño y la decoración, procedentes de Italia, Paola Navone y Giovanni Gervasoni; Inglaterra, Simon Cavelle, y Estados Unidos, Calvin Tsao, como también importantes especialistas argentinos, Juan Azcue, Mónica Melhem, Federico Churba y Fabián Alejo Parra. Un ámbito de reflexión que tendrá como objetivo debatir Hacia donde van los diseñadores por el mundo . Allí se expondrán proyectos que fueron éxitos internacionales y también experiencias locales, que permitirán sacar conclusiones con fines prácticos y aplicarlas a nuestra realidad.
"Después de contar con la experiencia de cumplir nuestros veintidós años de existencia, como asociación sin fines de lucro, constituida para desarrollar y promover la temática afín al diseño y a la decoración, decidimos generar un intercambio entre diferentes culturas
relacionadas con el diseño. En este sentido, buscamos representantes de distintos países que estén activos con esta profesión", señala Minnie Firpo, presidente de DarA, consultada sobre el criterio de selección de los conferencistas.
Según anticipó la presidente de DaRA, para hacer el cierre del encuentro se creó el Grupo El Nacional, cuyo objetivo es transmitir la interrelación entre las áreas del diseño.
A continuación, los tres diseñadores argentinos convocados para participar de este encuentro, Azcue, Melhem y Churba, anticipan sus puntos de vista sobre las nuevas tendencias del diseño
Según anticipó la presidente de DaRA, para hacer el cierre del encuentro se creó el Grupo El Nacional, cuyo objetivo es transmitir la interrelación entre las áreas del diseño.
A continuación, los tres diseñadores argentinos convocados para participar de este encuentro, Azcue, Melhem y Churba, anticipan sus puntos de vista sobre las nuevas tendencias del diseño
miércoles, 18 de junio de 2008
Scalae Mario Roberto Alvarez
Podría ser un museo saloncito lo que en realidad es la sala de juntas, de reuniones, del estudio del arquitecto Alvarez.La vida llega con el arquitecto, que tras una espera, irrumpe como detrás o delante de una corriente que no sólo es de aire: la certeza de conocerse muy vivo, del superviviente a tantas verdades propias y ajenas, arroja un discurso optimista, seguro, sin fisuras, sin pausas. Junto con él uno de sus socios. Saludos y estrechar cordial de manos.No se pregunta por el visitante, una rápida, directa, profunda y muy azul mirada interroga y obtiene respuesta por su cuenta.Se trata de hablar, hablemos entonces…
hasta la hora de cierre de la biblioteca…
En una época en que los estudiantes casi no podían, dado que las clases eran de mañana y tarde, debí trabajar desde las seis y media de la mañana hasta la una para estudiar Arquitectura. Estudiaba mucho desde las dos y media de la tarde hasta la hora de cierre de la biblioteca, pues sentía que los profesores me reprocharían el no concurrir a las clases. Si uno no concurría a ellas los profesores lo miraban mal.Sin embargo, obtuve el promedio más alto de los tres últimos años, gracias a lo cual se me concedió una beca con la que pasé casi un año en Europa. Hice como un posgrado visitando ciento quince ciudades y a muchos arquitectos famosos. No pude viajar a España a causa de la Guerra Civil.
Durante los años de estudiante mi libro de cabecera fue Choisi, de dos tomos. Para mí fue como una Biblia. En él se explica cómo, desde los inicios más remotos de la Arquitectura, las formas siempre han sido producto de la técnica constructiva. Y no al revés.Hoy estamos clasificados como los más ingenieros de los arquitectos y, a la vez, los más arquitectos de los ingenieros. Inclusive ad honorem soy socio del Centro de Ingenieros de Argentina. Si se construye lo que pregonaba Palladio se harán las cosas bien. No serán tal vez cosas que llamarán la atención, pero no importa.En ese sentido algunas de las cosas que dijo Auguste Perret cuando lo trajimos a Buenos Aires, con mi amigo Lavalle Cobo, me quedaron grabadas para siempre: ‘la arquitectura no debe llamar la atención’. Lo contrario de un affiche, de un grito en la pared que a los pocos días se tapa.La arquitectura debe ser algo que, cuando uno ve un edificio, parezca que ya lo vio antes. No una llamarada, eso cansa, fatiga, empalaga. Se deben hacer obras sobrias, tranquilas. Nos interesa trabajar mucho para poder hacerlas simples. La crítica de arquitectura Marina Weissman decía que nuestro mérito era ‘ser sencillos en un mundo complicado’.
Alcanzar la sobriedad nos interesa. Los versos de Virgilio, que todo el mundo pondera, surgieron espontáneos, él los revisaba, tachaba, cambiaba. Nosotros procuramos la arquitectura de esa forma, como Virgilio: no aceptamos lo primero que se nos ocurre, lo criticamos. Si no llegamos a un acuerdo, decido yo. Aprendí de Mies van der Rohe, con quien estuve en Chicago, esto de revisar y volver a revisar lo primero planeado.Y bueno… no nos resulta fácil hacer lo que hacemos.
me daba por hacer maquetas, por hacer volúmenes…
Desde chico, en vez de jugar con otra cosa, hacía maquetas, volúmenes. Puede que sea ésta una de las causas por lo que me incliné hacia la Arquitectura, en contra de la opinión de muchos, salvo de mis Padres que me apoyaron.Ahora en el Estudio se encargan otros de hacerlas. Realizamos muchas maquetas. Creo en Descartes, en la duda. Nunca tengo la certeza de que vayamos a hacer lo mejor de lo que somos capaces, hasta que lo hacemos muchas veces. Sentimos terror a hacer lo primero que se nos ocurre.
Diré algo en mi contra: ‘Una maqueta es la antesala de estar casi seguro’.Una vez leí que si el cuadro de las lanzas (La rendición de Breda, de Velázquez) se reduce a una escala inferior, por ejemplo cuando se publica una reproducción en un libro, es muy agradable de ver, pero que no es el mismo cuadro. De manera que desconfío un poco de ellas, de las maquetas. Tal es así, que a veces, en obra, con papel o cartón, rehacemos algo sobre lo que no estamos seguros. Ocurre algo parecido con el color, la pintura, por ejemplo. Recuerdo haber efectuado, en un mismo día, tres visitas a una obra porque un color, por la mañana, tiene un valor; por la tarde, otro; y al atardecer, otro.
con un mismo plano, pueden hacerse varias direcciones de obra…
Cuando recibimos un encargo, somos varios en el estudio los que buscamos una solución de planta y estructura. Una vez llegado a un principio de acuerdo, en una o dos soluciones, hacemos una especie de concurso privado. Cuando consideramos que podemos tener una solución nos reunimos con nuestro estructuralista y realizamos la unión de estructura y planta. Nuestras obras se caracterizan porque recurrimos a estructuras en las que con lo menos procuramos hacer lo más.Cuando llegamos a un principio de acuerdo estructural, estudiamos cuáles serán las medidas estructurales máximas. Después veremos si podrán ser menores. Trabajamos a partir de las peores condiciones posibles. Posteriormente, en triunvirato: una vez de acuerdo tres de nosotros, normalmente, volvemos a reunirnos todos para que se critiquen aspectos del proyecto.Voltaire decía: ‘Conozco la forma del éxito, pero no la del fracaso: dele el gusto a todos’. Si surge alguna oposición sin fundamento no la escuchamos, aunque tampoco buscamos la unanimidad.Después, el mismo trío de arquitectos asume el desarrollo y la dirección de obra. Quien se encargó del desarrollo de la documentación, generalmente toma a cargo la dirección, porque creemos que, con un mismo plano, pueden hacerse varias direcciones, todas buenas, pero diferentes. Nuestra dirección de obra es muy exigente.
Todos los días hacemos un parte y cada semana le hacemos llegar al propietario un informe sobre el estado de su obra. Económicamente suelen dar pérdidas pero lo que importa es la obra. A veces las obras duran más de lo programado, lo que resulta un perjuicio. La obra de la Universidad de Belgrano, que es una universidad que se debió hacer en vertical, donde proyectamos por primera vez entre nosotros un ascensor de doble cabina, duró dieciséis años y con una dirección de obra de ese tiempo, lógicamente, perdimos plata. Pero insisto: lo que importan son las obras, y no solo el dinero. Proporcionamos la atención que a mí personalmente, si fuese cliente, me gustaría que me dieran: que me cuenten todo y que me expliquen por qué se hacen las cosas.
hemos creado una pequeña escuela…
En general, nuestras obras son apreciadas hoy. Inclusive, cuando se pone a la venta algún departamento, indican que fue realizado por nuestro estudio profesional.Hemos tenido la suerte de que este trabajo silencioso haya recibido aceptación. Salvo cuando intervienen los decoradores, quienes generalmente cambian todo. Lo que pusimos en blanco, lo hacen negro. Lo negro, lo cambian a blanco.No todos los arquitectos mantienen una línea en su profesión, por más que ésta sea simple y sobria. Nosotros sabemos diez principios y esos diez siempre tratamos de cumplirlos. De este modo hemos construido más de tres millones de metros cuadrados.Hubo una época en que se nos criticó diciendo que siempre hacíamos lo mismo. Nos preguntaban por qué no cambiábamos. Nosotros, con socios jóvenes, hemos ido evolucionando siguiendo silenciosamente el mismo camino. Tanto es así que hemos creado una pequeña escuela en la cual todos tenemos un pensamiento parecido. Nos criticamos los unos a los otros, pero siempre en base a diez principios. Tenemos la satisfacción de contar con gente joven, gente no tan joven, y yo soy el responsable de los errores.
La primera obra la hice sólo. El número de socios fue creciendo, algunos fallecieron, otros se cansaron del ritmo de trabajo. Trabajamos incluso los sábados. Pero cuando digo nosotros estoy refiriéndome no solo a cuatro o cinco socios sino a otros arquitectos. Ellos y yo siempre hemos creído que, para que la gente esté contenta, hay que pagarle bien, porque entre todos somos capaces de sumar, y no de restar.El Estudio ocupa tres departamentos, el primero lo dejamos como un open space. En los otros dos mantuvimos espacios para trabajar con privacidad. El que esta solo produce más; mientras que el open space permite ver el trabajo conjunto. Hemos llegado a ser setenta y cinco miembros. Ahora, cuando una obra nos obliga a contar con mucho más personal, algo que hoy con las computadoras ya no es tan necesario, somos entre veinticinco y treinta personas y organizamos otro taller en obra.
Muchas veces tomamos arquitectos a prueba. Nos interesan con algún conocimiento. Otros han aprendido entrando desde el escalafón inferior. Recibimos a veces a estudiantes extranjeros de Europa que hacen posgrado. Entran a practicar, pero si alguien vale, nosotros somos los primeros en proponerle que se quede. Hacemos concursos para medir qué viejos estamos y cuánto podemos aprender, confrontando con otros.Un empleado habilitado, puede llegar a ser un socio.
le diría a un estudiante…
Así como yo fui atendido por grandes arquitectos como Aalto, Beaidin y Loos, Gropius, Breuer, Seydler, Neutra, recibo a cualquier estudiante o profesional que quiera conocernos.Le diría a un estudiante que empieza que, tras años de trabajo, si uno ha sido honrado, correcto, si no te has quedado con dinerillos de nadie, tendrás la autoridad moral que tal vez otros colegas, quizás mejores, no tienen. Por eso, cuando te encargan una obra, pequeña o grande, deben saber a quien se la entregan.Hace años vino un señor con un encargo, recalcando que lo hacía a pesar de que ‘éramos caros’. Me sentí desconcertado, porque nosotros tenemos pérdidas muchas veces. Y me aclaró que no era a causa de los honorarios, sino porque los subcontratistas, cuando se enteraban de que nosotros éramos los arquitectos, sabiendo de nuestra experiencia, encarecían sus presupuestos. Manifesté que esos señores eran inmorales, porque pensaban contratar algo que no iban a cumplir. Nuestra lucha, ingrata y desgastante, consiste en tener la autoridad de exigir que las cosas se hagan dos, tres o cuatro veces. Si nos damos cuenta de que algo está mal hecho, se rehace.
creemos en la nobleza del ladrillo…
No seguimos la moda. Creemos en la nobleza del ladrillo. Por inspiración, y en base a la historia de la arquitectura, hemos hecho obras con ladrillo de máquina con cara esmaltada, que casi nadie hace. Los revestimientos pueden sufrir a causa de los movimientos estructurales, mientras que el ladrillo -si tiene una cara que se puede exhibir- vale. Eso lo he podido comprobar en varias obras que he visitado alrededor del mundo. Creemos en el desarrollo, en la evolución de los materiales, vemos y experimentamos todas las novedades que aparecen, pero antes de proceder a usarlo, lo ensayamos para ver si realmente es un buen material. Hemos hecho fachadas con chapa enlosada, de aluminio… Hemos hecho carpinterías con acero inoxidable. Aunque no hayamos llegado todavía a los materiales de la obra del museo en Bilbao (Guggenheim de Frank Gehry), estamos atentos al progreso de los materiales y a sus costos, porque no podemos emplear algo sin ensayarlo previamente. En ocasiones, he tenido que responsabilizarme por usar materiales, de mejor calidad pero desconocidos para la gente, de manera que debía, por escrito, hacerme cargo si pasaba algo.
los mismos zapatos…Me considero un privilegiado, un hombre que eligió bien a sus Padres. He tenido suerte. He sido perseverante. Y he tenido salud, soy un hombre feliz. Eso sí, te diré algo que no sé si es una receta: me casé viejo. Pensé que si lo hacía joven, tendría que claudicar en algunas cosas. Preferí tener las dos manos atrás y ninguna familia. Así que lo hice tarde, y tengo solo 2 hijos y un solo nieto. Es el precio que he pagado por querer ser independiente.Aún veo a alguna de mis antiguas novias, que se casaron, tuvieron hijos. He sido un buen perdedor. En la vida hay tantos caminos, pero creo que tomaría el mismo que tomé. No sé si por falta de imaginación…¡Siempre compro los mismos zapatos!, que no tengo que abrocharme. Mi Mujer siempre me decía que me visto tipo bolsa. No me fijo demasiado.
Participo de Loos, aunque también participo de cosas que Loos no hizo porque no quiso o no pudo… Durante mi estadía en Francia, aprendí que se destina un 2% del presupuesto de una obra pública a incorporarle obras de arte. Esculturas y pinturas. Todas las veces que nos ha sido posible, hemos incorporado a la obra esculturas y pinturas que siempre nos hemos encargado y responsabilizado de elegir. Estamos orgullosos de haber seleccionado las de grandes escultores y pintores.
No he tenido el dinero necesario para coleccionar arte, aunque me hubiese gustado.En mi casa solo hay un cuadro de Seoane, otro de Castañino y otro que traje de la Trienal de Milán, uno Sueco. Irónicamente, tengo también una escultura que mezcla el estilo gótico y el arte hindú.Cuando hice unos departamentos, hace muchos años, en Rivadavia 6013, como era tan austero el Hall, se me ocurrió ponerle la estatua de una mujer con esa impronta. Todos los días iba al taller de un escultor con fotografías de hindúes y resultó una escultura de una mujer con los senos al aire, como corresponde al arte hindú, pero con unos plegados góticos en su vestido. Los inquilinos consideraban que era una escultura impúdica. Un día la propietaria resolvió vender los departamentos y pensé: ‘ésta es la mía’. Por entonces, tenía un convertible y en una bolsa metí la escultura y me la llevé a mi casa. Al día siguiente, todos los inquilinos comenzaron a protestar, reclamando la estatua. ‘Se rompió′, les dije yo. Lleva en mi casa cuarenta y tantos años, ésa es la obra de arte que guardo, hecha por un escultor de chimeneas.Mi apartamento es muy chico, construido en 1954, situado en un lugar espectacular. Mi Mujer siempre planteó comprar arte, pero a mí siempre me preocupó no tener trabajo para enfrentar el día de mañana. Habiendo partido desde cero hay que tener un resto para mantener a una familia y poder comprar obras de arte.
Ubicamos la obra que nos gusta a nosotros, no le decimos al propietario que ponga lo que a él le gusta. En ese sentido, tengo mala fama. Creemos que la escultura, la pintura, incorporada a la obra debe sumar al edificio, no debe ser una contradicción.
A lo mejor, tomando otro camino me hubiese ido mejor. Pero mejor ¿en qué? ¿Tendría más dinero? Mi Padre me enseñó que calma los nervios, pero que no hay que tener mucho, no hay que ser el más rico del cementerio. Mi casa es de 1954, mi auto es de 1959: eso sí, flor de diseño: Pinin Farina.
En una época en que los estudiantes casi no podían, dado que las clases eran de mañana y tarde, debí trabajar desde las seis y media de la mañana hasta la una para estudiar Arquitectura. Estudiaba mucho desde las dos y media de la tarde hasta la hora de cierre de la biblioteca, pues sentía que los profesores me reprocharían el no concurrir a las clases. Si uno no concurría a ellas los profesores lo miraban mal.Sin embargo, obtuve el promedio más alto de los tres últimos años, gracias a lo cual se me concedió una beca con la que pasé casi un año en Europa. Hice como un posgrado visitando ciento quince ciudades y a muchos arquitectos famosos. No pude viajar a España a causa de la Guerra Civil.
Durante los años de estudiante mi libro de cabecera fue Choisi, de dos tomos. Para mí fue como una Biblia. En él se explica cómo, desde los inicios más remotos de la Arquitectura, las formas siempre han sido producto de la técnica constructiva. Y no al revés.Hoy estamos clasificados como los más ingenieros de los arquitectos y, a la vez, los más arquitectos de los ingenieros. Inclusive ad honorem soy socio del Centro de Ingenieros de Argentina. Si se construye lo que pregonaba Palladio se harán las cosas bien. No serán tal vez cosas que llamarán la atención, pero no importa.En ese sentido algunas de las cosas que dijo Auguste Perret cuando lo trajimos a Buenos Aires, con mi amigo Lavalle Cobo, me quedaron grabadas para siempre: ‘la arquitectura no debe llamar la atención’. Lo contrario de un affiche, de un grito en la pared que a los pocos días se tapa.La arquitectura debe ser algo que, cuando uno ve un edificio, parezca que ya lo vio antes. No una llamarada, eso cansa, fatiga, empalaga. Se deben hacer obras sobrias, tranquilas. Nos interesa trabajar mucho para poder hacerlas simples. La crítica de arquitectura Marina Weissman decía que nuestro mérito era ‘ser sencillos en un mundo complicado’.
Alcanzar la sobriedad nos interesa. Los versos de Virgilio, que todo el mundo pondera, surgieron espontáneos, él los revisaba, tachaba, cambiaba. Nosotros procuramos la arquitectura de esa forma, como Virgilio: no aceptamos lo primero que se nos ocurre, lo criticamos. Si no llegamos a un acuerdo, decido yo. Aprendí de Mies van der Rohe, con quien estuve en Chicago, esto de revisar y volver a revisar lo primero planeado.Y bueno… no nos resulta fácil hacer lo que hacemos.
me daba por hacer maquetas, por hacer volúmenes…
Desde chico, en vez de jugar con otra cosa, hacía maquetas, volúmenes. Puede que sea ésta una de las causas por lo que me incliné hacia la Arquitectura, en contra de la opinión de muchos, salvo de mis Padres que me apoyaron.Ahora en el Estudio se encargan otros de hacerlas. Realizamos muchas maquetas. Creo en Descartes, en la duda. Nunca tengo la certeza de que vayamos a hacer lo mejor de lo que somos capaces, hasta que lo hacemos muchas veces. Sentimos terror a hacer lo primero que se nos ocurre.
Diré algo en mi contra: ‘Una maqueta es la antesala de estar casi seguro’.Una vez leí que si el cuadro de las lanzas (La rendición de Breda, de Velázquez) se reduce a una escala inferior, por ejemplo cuando se publica una reproducción en un libro, es muy agradable de ver, pero que no es el mismo cuadro. De manera que desconfío un poco de ellas, de las maquetas. Tal es así, que a veces, en obra, con papel o cartón, rehacemos algo sobre lo que no estamos seguros. Ocurre algo parecido con el color, la pintura, por ejemplo. Recuerdo haber efectuado, en un mismo día, tres visitas a una obra porque un color, por la mañana, tiene un valor; por la tarde, otro; y al atardecer, otro.
con un mismo plano, pueden hacerse varias direcciones de obra…
Cuando recibimos un encargo, somos varios en el estudio los que buscamos una solución de planta y estructura. Una vez llegado a un principio de acuerdo, en una o dos soluciones, hacemos una especie de concurso privado. Cuando consideramos que podemos tener una solución nos reunimos con nuestro estructuralista y realizamos la unión de estructura y planta. Nuestras obras se caracterizan porque recurrimos a estructuras en las que con lo menos procuramos hacer lo más.Cuando llegamos a un principio de acuerdo estructural, estudiamos cuáles serán las medidas estructurales máximas. Después veremos si podrán ser menores. Trabajamos a partir de las peores condiciones posibles. Posteriormente, en triunvirato: una vez de acuerdo tres de nosotros, normalmente, volvemos a reunirnos todos para que se critiquen aspectos del proyecto.Voltaire decía: ‘Conozco la forma del éxito, pero no la del fracaso: dele el gusto a todos’. Si surge alguna oposición sin fundamento no la escuchamos, aunque tampoco buscamos la unanimidad.Después, el mismo trío de arquitectos asume el desarrollo y la dirección de obra. Quien se encargó del desarrollo de la documentación, generalmente toma a cargo la dirección, porque creemos que, con un mismo plano, pueden hacerse varias direcciones, todas buenas, pero diferentes. Nuestra dirección de obra es muy exigente.
Todos los días hacemos un parte y cada semana le hacemos llegar al propietario un informe sobre el estado de su obra. Económicamente suelen dar pérdidas pero lo que importa es la obra. A veces las obras duran más de lo programado, lo que resulta un perjuicio. La obra de la Universidad de Belgrano, que es una universidad que se debió hacer en vertical, donde proyectamos por primera vez entre nosotros un ascensor de doble cabina, duró dieciséis años y con una dirección de obra de ese tiempo, lógicamente, perdimos plata. Pero insisto: lo que importan son las obras, y no solo el dinero. Proporcionamos la atención que a mí personalmente, si fuese cliente, me gustaría que me dieran: que me cuenten todo y que me expliquen por qué se hacen las cosas.
hemos creado una pequeña escuela…
En general, nuestras obras son apreciadas hoy. Inclusive, cuando se pone a la venta algún departamento, indican que fue realizado por nuestro estudio profesional.Hemos tenido la suerte de que este trabajo silencioso haya recibido aceptación. Salvo cuando intervienen los decoradores, quienes generalmente cambian todo. Lo que pusimos en blanco, lo hacen negro. Lo negro, lo cambian a blanco.No todos los arquitectos mantienen una línea en su profesión, por más que ésta sea simple y sobria. Nosotros sabemos diez principios y esos diez siempre tratamos de cumplirlos. De este modo hemos construido más de tres millones de metros cuadrados.Hubo una época en que se nos criticó diciendo que siempre hacíamos lo mismo. Nos preguntaban por qué no cambiábamos. Nosotros, con socios jóvenes, hemos ido evolucionando siguiendo silenciosamente el mismo camino. Tanto es así que hemos creado una pequeña escuela en la cual todos tenemos un pensamiento parecido. Nos criticamos los unos a los otros, pero siempre en base a diez principios. Tenemos la satisfacción de contar con gente joven, gente no tan joven, y yo soy el responsable de los errores.
La primera obra la hice sólo. El número de socios fue creciendo, algunos fallecieron, otros se cansaron del ritmo de trabajo. Trabajamos incluso los sábados. Pero cuando digo nosotros estoy refiriéndome no solo a cuatro o cinco socios sino a otros arquitectos. Ellos y yo siempre hemos creído que, para que la gente esté contenta, hay que pagarle bien, porque entre todos somos capaces de sumar, y no de restar.El Estudio ocupa tres departamentos, el primero lo dejamos como un open space. En los otros dos mantuvimos espacios para trabajar con privacidad. El que esta solo produce más; mientras que el open space permite ver el trabajo conjunto. Hemos llegado a ser setenta y cinco miembros. Ahora, cuando una obra nos obliga a contar con mucho más personal, algo que hoy con las computadoras ya no es tan necesario, somos entre veinticinco y treinta personas y organizamos otro taller en obra.
Muchas veces tomamos arquitectos a prueba. Nos interesan con algún conocimiento. Otros han aprendido entrando desde el escalafón inferior. Recibimos a veces a estudiantes extranjeros de Europa que hacen posgrado. Entran a practicar, pero si alguien vale, nosotros somos los primeros en proponerle que se quede. Hacemos concursos para medir qué viejos estamos y cuánto podemos aprender, confrontando con otros.Un empleado habilitado, puede llegar a ser un socio.
le diría a un estudiante…
Así como yo fui atendido por grandes arquitectos como Aalto, Beaidin y Loos, Gropius, Breuer, Seydler, Neutra, recibo a cualquier estudiante o profesional que quiera conocernos.Le diría a un estudiante que empieza que, tras años de trabajo, si uno ha sido honrado, correcto, si no te has quedado con dinerillos de nadie, tendrás la autoridad moral que tal vez otros colegas, quizás mejores, no tienen. Por eso, cuando te encargan una obra, pequeña o grande, deben saber a quien se la entregan.Hace años vino un señor con un encargo, recalcando que lo hacía a pesar de que ‘éramos caros’. Me sentí desconcertado, porque nosotros tenemos pérdidas muchas veces. Y me aclaró que no era a causa de los honorarios, sino porque los subcontratistas, cuando se enteraban de que nosotros éramos los arquitectos, sabiendo de nuestra experiencia, encarecían sus presupuestos. Manifesté que esos señores eran inmorales, porque pensaban contratar algo que no iban a cumplir. Nuestra lucha, ingrata y desgastante, consiste en tener la autoridad de exigir que las cosas se hagan dos, tres o cuatro veces. Si nos damos cuenta de que algo está mal hecho, se rehace.
creemos en la nobleza del ladrillo…
No seguimos la moda. Creemos en la nobleza del ladrillo. Por inspiración, y en base a la historia de la arquitectura, hemos hecho obras con ladrillo de máquina con cara esmaltada, que casi nadie hace. Los revestimientos pueden sufrir a causa de los movimientos estructurales, mientras que el ladrillo -si tiene una cara que se puede exhibir- vale. Eso lo he podido comprobar en varias obras que he visitado alrededor del mundo. Creemos en el desarrollo, en la evolución de los materiales, vemos y experimentamos todas las novedades que aparecen, pero antes de proceder a usarlo, lo ensayamos para ver si realmente es un buen material. Hemos hecho fachadas con chapa enlosada, de aluminio… Hemos hecho carpinterías con acero inoxidable. Aunque no hayamos llegado todavía a los materiales de la obra del museo en Bilbao (Guggenheim de Frank Gehry), estamos atentos al progreso de los materiales y a sus costos, porque no podemos emplear algo sin ensayarlo previamente. En ocasiones, he tenido que responsabilizarme por usar materiales, de mejor calidad pero desconocidos para la gente, de manera que debía, por escrito, hacerme cargo si pasaba algo.
los mismos zapatos…Me considero un privilegiado, un hombre que eligió bien a sus Padres. He tenido suerte. He sido perseverante. Y he tenido salud, soy un hombre feliz. Eso sí, te diré algo que no sé si es una receta: me casé viejo. Pensé que si lo hacía joven, tendría que claudicar en algunas cosas. Preferí tener las dos manos atrás y ninguna familia. Así que lo hice tarde, y tengo solo 2 hijos y un solo nieto. Es el precio que he pagado por querer ser independiente.Aún veo a alguna de mis antiguas novias, que se casaron, tuvieron hijos. He sido un buen perdedor. En la vida hay tantos caminos, pero creo que tomaría el mismo que tomé. No sé si por falta de imaginación…¡Siempre compro los mismos zapatos!, que no tengo que abrocharme. Mi Mujer siempre me decía que me visto tipo bolsa. No me fijo demasiado.
Participo de Loos, aunque también participo de cosas que Loos no hizo porque no quiso o no pudo… Durante mi estadía en Francia, aprendí que se destina un 2% del presupuesto de una obra pública a incorporarle obras de arte. Esculturas y pinturas. Todas las veces que nos ha sido posible, hemos incorporado a la obra esculturas y pinturas que siempre nos hemos encargado y responsabilizado de elegir. Estamos orgullosos de haber seleccionado las de grandes escultores y pintores.
No he tenido el dinero necesario para coleccionar arte, aunque me hubiese gustado.En mi casa solo hay un cuadro de Seoane, otro de Castañino y otro que traje de la Trienal de Milán, uno Sueco. Irónicamente, tengo también una escultura que mezcla el estilo gótico y el arte hindú.Cuando hice unos departamentos, hace muchos años, en Rivadavia 6013, como era tan austero el Hall, se me ocurrió ponerle la estatua de una mujer con esa impronta. Todos los días iba al taller de un escultor con fotografías de hindúes y resultó una escultura de una mujer con los senos al aire, como corresponde al arte hindú, pero con unos plegados góticos en su vestido. Los inquilinos consideraban que era una escultura impúdica. Un día la propietaria resolvió vender los departamentos y pensé: ‘ésta es la mía’. Por entonces, tenía un convertible y en una bolsa metí la escultura y me la llevé a mi casa. Al día siguiente, todos los inquilinos comenzaron a protestar, reclamando la estatua. ‘Se rompió′, les dije yo. Lleva en mi casa cuarenta y tantos años, ésa es la obra de arte que guardo, hecha por un escultor de chimeneas.Mi apartamento es muy chico, construido en 1954, situado en un lugar espectacular. Mi Mujer siempre planteó comprar arte, pero a mí siempre me preocupó no tener trabajo para enfrentar el día de mañana. Habiendo partido desde cero hay que tener un resto para mantener a una familia y poder comprar obras de arte.
Ubicamos la obra que nos gusta a nosotros, no le decimos al propietario que ponga lo que a él le gusta. En ese sentido, tengo mala fama. Creemos que la escultura, la pintura, incorporada a la obra debe sumar al edificio, no debe ser una contradicción.
A lo mejor, tomando otro camino me hubiese ido mejor. Pero mejor ¿en qué? ¿Tendría más dinero? Mi Padre me enseñó que calma los nervios, pero que no hay que tener mucho, no hay que ser el más rico del cementerio. Mi casa es de 1954, mi auto es de 1959: eso sí, flor de diseño: Pinin Farina.
Respuesta a un Estudiante, por Mario Roberto Alvarez
Cómo establece Usted el diálogo y la relación con sus clientes?Por Melisa González estudiante de la FADU, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.
Nuestra experiencia de relación, de cómo tratar al cliente, ha sido muy dura. Eso es algo que no se aprende en la facultad. Debido a mi carácter debo reconocer que muchas veces me ha faltado habilidad en el trato con los posibles clientes que nos visitaban cuando aún éramos sólo un incipiente Estudio.A quienes venían a encargarnos una casa francesa o una casa inglesa, prácticamente, los echaba. No sabía tratarlos.Cansado de perder clientes, reconocí mi culpa: no sabía hacerlo.Así, hace muchos años cayó por el Estudio un médico, acompañado de su esposa, descendiente de franceses. Querían una casa francesa.Y, en lugar de negarme, accedí.Con la misma planta, tomé el trabajo de realizar dos documentaciones completas. Una casa francesa, con los elementos que ya todos conocemos y que no había más que copiar; y otra, con la misma planta, con un techo de chapa de zinc, columnas de hierro, la fachada orientada al oeste ciega, una puerta de un solo color y abierta hacia al jardín. Pedí presupuesto para ambas documentaciones. Cuando nos reunimos con los propietarios con los presupuestos, tal como esperaba, el más elevado era el de la casa francesa.El médico dijo: “Ésta no puedo hacerla”. Le mostré el otro proyecto, con la misma planta. La miró con simpatía porque era mucho más barata. Me apoyó su esposa y fui ejerciendo con ellos un pequeño curso de persuasión de arquitectura. Quedó entusiasmado con la casa, hasta tal punto que cuando tuvo que hacer una clínica en la calle San Martín de Tours, nos la encargó. Con el tiempo, aprendí que no había que oponerse al cliente, no chocarlo, dulcificarlo, convencerlo…Se termina trabando amistad. Hace tiempo un cliente me llevaba en auto hasta la obra, en un trayecto de media hora. Le iba sugiriendo esto, esto y esto. No me contestaba a nada. A la semana siguiente me decía: “se me ocurrió tal cosa” y, como era un hombre mayor, no me salía decirle: “pero esto se lo dije yo”. Así que me callaba. La paciencia es, según Ruskin, una de las 7 lámpara de la Arquitectura.
Ser Social
Felipe Uribe de Bedout
Este referente de la nueva arquitectura colombiana, propone edificios culturales donde el agua y los lugares de encuentro son un vehículo para integrar a los ciudadanos de Medellín
MEDELLIN. - "Si nos hacen una piscina, los queremos mucho!", grita un grupo de niños en una Comuna de Medellín, hasta hace algunos años uno de los enclaves más violentos del mundo y hoy en proceso de innegable transformación, cuyo canal es la concreción pautada y continua de planes urbanos integrales que ponen a la educación como estandarte con la convicción de que el patrimonio de una comunidad está en los más chicos. La escena transcurre a la entrada del Colegio de La Independencia, en construcción, cuyo autor es Felipe Uribe de Bedout, también el destinatario del curioso pedido. El efecto es inmediato. Uribe elucubra el modo de concretar el deseo de estos niños, que es suyo y que resume las convicciones que han impulsado su tarea a lo largo de sus 20 años de labor profesional. Hay en este arquitecto colombiano un definitivo interés por la dimensión política de la arquitectura: el orden del problema es social, político y cultural antes que técnico-constructivo. La visibilidad del contrato social, la promoción de un pacto ciudadano equitativo o la definición de las cuestiones de la identidad y la pertenencia son objetivos más vinculados con la memoria y el territorio que a la estética y la proporción. Con una carrera vasta en número y escalas de proyectos, sus apuestas más elocuentes apuntan a lo que él concibe como un servicio público más: el espacio público. Obras como los Parques de los Deseos y Pies Descalzos, la Biblioteca EPM, o el proyecto para el Parque de las Silletas son ámbitos que impulsan el desarrollo de las instituciones democráticas, escenarios para la conversión del habitante en ciudadano. Versatilidad del agua Incisivo y certero, Uribe sostiene el protagonismo de la reflexión como hecho arquitectónico, necesario a la hora de redefinir intereses e intuir cuál es el sentido de la disciplina hoy. Convencido, reivindica el territorio como elemento estructurante de las comunidades y subraya que en el conocimiento y exploración de sus condiciones y recursos radica la posibilidad de la arquitectura de conquistar los valores del bienestar a los que toda comunidad aspira y que son condición para la distancia reflexiva. El agua es territorio. Como en muchas ciudades latinoamericanas es también armonía o desastre. El agua tiene su propia lógica. Es origen y medio. Material versátil y polifacético es una constante en su arquitectura. Abstracta, reserva un lugar para la sorpresa, la interpretación o la creación de tiempo y espacio propios. Lúdica, sorprende, fascina, concentra y dispersa. Continua, ensordece o arrulla, alucina y refresca, conduce y transforma. Elemento excepcional en la ciudad, convoca, filtrándose democrática en todos los estratos sociales. La riqueza de la propuesta se hunde en lo no dicho. Las ideas se construyen valiéndose de la innovación y la abstracción, de la complejidad y la contradicción, polarizándose para dar cabida a la libertad y la elección personal. Masa y vacío, horizontalidad y verticalidad, tradición y vanguardia: juegos de opuestos se combinan con precisión milimétrica con la intención de provocar la imaginación, la emoción y la sorpresa de la existencia cotidiana. Visitante frecuente de Buenos Aires, es capaz de analizarla hoy con la visión crítica del residente reflexivo y la fascinación extrañada del visitante. Como Medellín, nuestra ciudad abunda en territorios de oportunidad que Uribe se empeña en nombrar. Y nuevamente el agua: en la propuesta para el Concurso de Ideas del Parque de la Ciudad, asociado al equipo ganador conformado, entre otros, por los arquitectos Roberto Aisenson y Oscar Fuentes; o en el Taller de Ciudad en Santa Fe, centrado en la recuperación del puerto local; en su país, al apuntalar apasionado planes de ordenamiento urbano promovidos desde su propia gestión, investigación e insistencia. Movido por aspiraciones más que por las necesidades que plantean los programas, Uribe los reinventa y exige para ampliar las oportunidades de cada proyecto. Desobediente, propone desde la diversión. Desde el anhelo, superar la urgencia y sus limitaciones. Desde la excepción, convocar en la convivencia, el diálogo, la diferencia y el roce. En lugar de separar, abarcar y contrastar: convivir en la fricción, ya no como espacio para la violencia, sino como territorio para la oportunidad, la cohesión y la inclusión comunitarias.
Este referente de la nueva arquitectura colombiana, propone edificios culturales donde el agua y los lugares de encuentro son un vehículo para integrar a los ciudadanos de Medellín
MEDELLIN. - "Si nos hacen una piscina, los queremos mucho!", grita un grupo de niños en una Comuna de Medellín, hasta hace algunos años uno de los enclaves más violentos del mundo y hoy en proceso de innegable transformación, cuyo canal es la concreción pautada y continua de planes urbanos integrales que ponen a la educación como estandarte con la convicción de que el patrimonio de una comunidad está en los más chicos. La escena transcurre a la entrada del Colegio de La Independencia, en construcción, cuyo autor es Felipe Uribe de Bedout, también el destinatario del curioso pedido. El efecto es inmediato. Uribe elucubra el modo de concretar el deseo de estos niños, que es suyo y que resume las convicciones que han impulsado su tarea a lo largo de sus 20 años de labor profesional. Hay en este arquitecto colombiano un definitivo interés por la dimensión política de la arquitectura: el orden del problema es social, político y cultural antes que técnico-constructivo. La visibilidad del contrato social, la promoción de un pacto ciudadano equitativo o la definición de las cuestiones de la identidad y la pertenencia son objetivos más vinculados con la memoria y el territorio que a la estética y la proporción. Con una carrera vasta en número y escalas de proyectos, sus apuestas más elocuentes apuntan a lo que él concibe como un servicio público más: el espacio público. Obras como los Parques de los Deseos y Pies Descalzos, la Biblioteca EPM, o el proyecto para el Parque de las Silletas son ámbitos que impulsan el desarrollo de las instituciones democráticas, escenarios para la conversión del habitante en ciudadano. Versatilidad del agua Incisivo y certero, Uribe sostiene el protagonismo de la reflexión como hecho arquitectónico, necesario a la hora de redefinir intereses e intuir cuál es el sentido de la disciplina hoy. Convencido, reivindica el territorio como elemento estructurante de las comunidades y subraya que en el conocimiento y exploración de sus condiciones y recursos radica la posibilidad de la arquitectura de conquistar los valores del bienestar a los que toda comunidad aspira y que son condición para la distancia reflexiva. El agua es territorio. Como en muchas ciudades latinoamericanas es también armonía o desastre. El agua tiene su propia lógica. Es origen y medio. Material versátil y polifacético es una constante en su arquitectura. Abstracta, reserva un lugar para la sorpresa, la interpretación o la creación de tiempo y espacio propios. Lúdica, sorprende, fascina, concentra y dispersa. Continua, ensordece o arrulla, alucina y refresca, conduce y transforma. Elemento excepcional en la ciudad, convoca, filtrándose democrática en todos los estratos sociales. La riqueza de la propuesta se hunde en lo no dicho. Las ideas se construyen valiéndose de la innovación y la abstracción, de la complejidad y la contradicción, polarizándose para dar cabida a la libertad y la elección personal. Masa y vacío, horizontalidad y verticalidad, tradición y vanguardia: juegos de opuestos se combinan con precisión milimétrica con la intención de provocar la imaginación, la emoción y la sorpresa de la existencia cotidiana. Visitante frecuente de Buenos Aires, es capaz de analizarla hoy con la visión crítica del residente reflexivo y la fascinación extrañada del visitante. Como Medellín, nuestra ciudad abunda en territorios de oportunidad que Uribe se empeña en nombrar. Y nuevamente el agua: en la propuesta para el Concurso de Ideas del Parque de la Ciudad, asociado al equipo ganador conformado, entre otros, por los arquitectos Roberto Aisenson y Oscar Fuentes; o en el Taller de Ciudad en Santa Fe, centrado en la recuperación del puerto local; en su país, al apuntalar apasionado planes de ordenamiento urbano promovidos desde su propia gestión, investigación e insistencia. Movido por aspiraciones más que por las necesidades que plantean los programas, Uribe los reinventa y exige para ampliar las oportunidades de cada proyecto. Desobediente, propone desde la diversión. Desde el anhelo, superar la urgencia y sus limitaciones. Desde la excepción, convocar en la convivencia, el diálogo, la diferencia y el roce. En lugar de separar, abarcar y contrastar: convivir en la fricción, ya no como espacio para la violencia, sino como territorio para la oportunidad, la cohesión y la inclusión comunitarias.
Por Guillermina Abeledo Para LA NACION
martes, 17 de junio de 2008
martes, 10 de junio de 2008
Helmut Jahn
(4 de enero de 1940) es un arquitecto alemán. Nació en Nuremberg. Estudió en la Universidad Técnica de Múnich y a continuación trabajó en un despacho de arquitectura en esa ciudad. Emigró entonces a los Estados Unidos donde estudió durante un año en el Instituto de Tecnología de Illinois, en Chicago, teniendo como profesor a Ludwig Mies van der Rohe.En 1967 Jahn se incorporó al estudio de arquitectos C. F. Murphy Associates, en el que seis años más tarde se convirtió en socio y director de diseño. Desde 1981 el estudio se denomina Murphy/Jahn. Durante los años 80 el despacho diseñó algunos de los más prestigiosos edificios de Chicago, inspirados en el estilo de Mies van der Rohe. Jahn fue profesor visitante de arquitectura en las universidades de Illinois, Harvard y Yale. Entre 1989 y 1993 fue profesor numerario en el Instituto de Tecnología de Illinois.En sus trabajos más recientes, Jahn abandona su tendencia firme hacia el modernismo, y se inclina hacia un naturalismo creativo, estilo que además permite una mayor libertad en el diseño, de forma que los edificios de la misma firma son más distintos de proyecto en proyecto. En sus edificios Jahn refleja un simbolismo que es fácil de interpretar, incluso por el gran público.Jahn ha recibido numerosos premios y distinciones. En 1991 el Instituto Americano de Arquitectura le designó como uno de los diez arquitectos contemporáneos más influyentes. Alemania le concedió en 1994 la Cruz al Mérito de la República Federal.Obras representativas- Sede del Parlamento Europeo (Bruselas)*- Torre de la Feria, “Messeturm” (Fráncfort del Meno)- Sony center (Potsdamer Platz de Berlín)- Centro comercial y de negocios en Kurfürstendamm (Berlín)- Sede central del grupo Bayer (Leverkusen)- Post Tower en (Bonn)- Central en el Aeropuerto de Múnich- Hotel Kempinski (Múnich)- Hotel Hyatt Regency (Aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle, París)- Arena Kemper (Kansas City)- Centro de Xerox (Chicago)- Edificio en Diagonal Street (Johannesburgo)- Centro James R. Thompson (Chicago)- Torre en Park Avenue (Nueva York)- Terminal Uno de United Airlines, Aeropuerto O’Hare (Chicago)- Torres en One Liberty Place (Philadelphia)- Centro Northwestern Atrium (Chicago)- Edificio Wilshire/Westwood (Los Ángeles)- Sede del Gobierno Federal de Illinois (Chicago)- Edificio One America Plaza (San Diego)- Torre de Hitachi (Singapore)- Edificio de Caltex (Singapore)- Edificio de Principal Mutual Life Insurance Company (Des Moines, Iowa)
viernes, 6 de junio de 2008
Bernardo de Rojas Luna y Saldaña
(1693-?), Biografía y Obras del Arquitecto y capitán boliviano, una de las figuras más insignes de la primera mitad del siglo XVIII en el Alto Perú.Nació en Potosí, Audiencia de Charcas (actual Bolivia), una de las regiones más prósperas de los virreinatos españoles. A su mano se atribuyen diversas obras levantadas en su ciudad natal y en otras localidades de la Audiencia, pero los edificios por los que es más conocido son dos: la iglesia de San Bernardo y la de Belén, ambas en Potosí. La primera, concluida en 1731, como reza una inscripción en su fachada, presenta una sola nave y crucero. La portada, de gran sencillez, está flanqueada por dos columnas salomónicas. Este templo estaba destinado al culto de los españoles en contraste con la iglesia de San Benito (Potosí), también atribuida al maestro de Rojas, levantada como parroquia de indios.La otra gran obra de este arquitecto es la iglesia de Belén. Su construcción se inició en 1725 y se concluyó en 1757. Presenta también una única nave a la que asoman una serie de capillas. Sobre el presbiterio se alza una cúpula gallonada. La portada barroca está rehundida en un arcosolio y tiene estructura de retablo. Fue realizada por canteros indígenas y ya presenta algunos elementos mestizos y neoclásicos.
miércoles, 4 de junio de 2008
Las sociedades urbanas según Rem Koolhaas
Parece que esta sea la semana Koolhaas. Después de la Casa da Música de Oporto, ayer le concedieron en Barcelona a Rem Koolhaas el Premio Mies van der Rohe 2005 por su edificio Mitte, la Embajada de Holanda en Berlín.
Para alguien como yo interesado en los efectos sociales y económicos de la arquitectura y el urbanismo, pero con escaso interés por las obras y edificios, Koolhaas es una referencia básica. Sus obras construidas constituyen referencias de la modernidad, pero me parecen aún más relevantes sus análisis empíricos y conclusiones teóricas sobre la realidad urbana. En mi opinión ha explicado mejor la dinámica urbana que la inmensa mayoría de los científicos sociales.
En su trabajo con el equipo de AMO, la "parte teórica" de su Office for Metropolitan Architecture, y de la Harvard Design School combina la observación cuantitativa y objetiva con potentes y atractivos métodos de análisis y visualización de la información. Sus (enormes) libros son un prodigio de recursos gráficos y una enciclopedia de información urbana. Además, sus análisis se desprenden de contenidos ideológicos que puedan sesgar a priori los resultados; ha analizado con igual interés los grandes centros comerciales y su nuevo papel como catedrales de nuestra época y la auto-organización de las megaciudades en países en desarrollo (ya publicó con su equipo Project on the City de la Harvard Design School libros sobre el impacto del comercio en las ciudades, Harvard Design School Guide to Shopping (2002), sobre la aglomeración urbana desarrollada alrededor del Delta del Río Perlas en China, Great Leap Forward (2002), y están próximos a finalizar otra monografía sobre Lagos, Nigeria). Su falta de prejuicios y su focalización en procesos despreciados por otros teóricos le han valido numerosas críticas, pero han puesto de manifiesto cuales son los factores que gobiernan realmente la dinámica urbana, más allá de esfuerzos reguladores y planificadores.
Hoy aparece una interesante entrevista en El País, que Elástico nos porciona en versión pdf(y de paso nos regala una "ciberdefinición" de Koolhaas: "ese moderno Joi Ito de la arquitectura"). Algunos fragmentos ilustran las ideas de Koolhaas:
Pregunta. En el terreno mediático han tenido mucha repercusión su defensa de lo enorme y también su mirada curiosa hacia el caos como organización urbana. ¿Lo refleja en su arquitectura?Respuesta. He sido periodista y me interesan mucho los distintos fenómenos del mundo. Algunos son caóticos y otros están muy estructurados. Es verdad que hemos estudiado condiciones autoorganizadas en África o investigado el ritmo frenético de crecimiento de las ciudades chinas, pero todo esto es una investigación personal mía y no tiene por qué estar conectada con la obra. Intento entender el contexto más amplio en el que suceden las cosas de forma que nuestras intervenciones encajen bien en este entorno.
...R. Personalmente, nunca me ha atraído el futuro. Tengo una obsesión por el ahora, por el presente....Con AMO trabajamos ahora en un proyecto muy interesante para el Museo Ermitage de San Petersburgo y les decimos: “No hagan nueva arquitectura, piensen en lo que está ahí, analícenlo para ver cómo puede funcionar con una nueva distribución de las obras, pero no toquen nada”. Y en Pekín también estamos por la labor de conservar....
P. Algunos críticos afirman que en sus teorías el tema social no es prioritario. ¿Es así?R. La arquitectura ha sido siempre una profesión moralista y arrogante. Eso de que nosotros lo hacemos todo bien, pensando lo mejor para el mundo. Y siempre he considerado que era un aspecto muy desagradable de la profesión. En mi caso, lo que ha resultado confuso es que al contemplar con una mirada crítica y dura la situación actual parece ser que no tengo corazón o que no tengo buenas inte
nciones, según dicen algunos. Bueno, es cierto que detesto hablar de las buenas intenciones, pero estamos muy contentos con edificios como el de la Biblioteca de Seattle o la Casa da Musica de Oporto, y como cualquier arquitecto o ser humano estoy interesado por los temas sociales desde una óptica antropológica, como podrían estarlo los sociólogos. También somos cada vez más políticos con nuestros compromisos de cara a Europa, que es un aspecto muy importante de toda nuestra visión en el estudio.
Para alguien como yo interesado en los efectos sociales y económicos de la arquitectura y el urbanismo, pero con escaso interés por las obras y edificios, Koolhaas es una referencia básica. Sus obras construidas constituyen referencias de la modernidad, pero me parecen aún más relevantes sus análisis empíricos y conclusiones teóricas sobre la realidad urbana. En mi opinión ha explicado mejor la dinámica urbana que la inmensa mayoría de los científicos sociales.
En su trabajo con el equipo de AMO, la "parte teórica" de su Office for Metropolitan Architecture, y de la Harvard Design School combina la observación cuantitativa y objetiva con potentes y atractivos métodos de análisis y visualización de la información. Sus (enormes) libros son un prodigio de recursos gráficos y una enciclopedia de información urbana. Además, sus análisis se desprenden de contenidos ideológicos que puedan sesgar a priori los resultados; ha analizado con igual interés los grandes centros comerciales y su nuevo papel como catedrales de nuestra época y la auto-organización de las megaciudades en países en desarrollo (ya publicó con su equipo Project on the City de la Harvard Design School libros sobre el impacto del comercio en las ciudades, Harvard Design School Guide to Shopping (2002), sobre la aglomeración urbana desarrollada alrededor del Delta del Río Perlas en China, Great Leap Forward (2002), y están próximos a finalizar otra monografía sobre Lagos, Nigeria). Su falta de prejuicios y su focalización en procesos despreciados por otros teóricos le han valido numerosas críticas, pero han puesto de manifiesto cuales son los factores que gobiernan realmente la dinámica urbana, más allá de esfuerzos reguladores y planificadores.
Hoy aparece una interesante entrevista en El País, que Elástico nos porciona en versión pdf(y de paso nos regala una "ciberdefinición" de Koolhaas: "ese moderno Joi Ito de la arquitectura"). Algunos fragmentos ilustran las ideas de Koolhaas:
Pregunta. En el terreno mediático han tenido mucha repercusión su defensa de lo enorme y también su mirada curiosa hacia el caos como organización urbana. ¿Lo refleja en su arquitectura?Respuesta. He sido periodista y me interesan mucho los distintos fenómenos del mundo. Algunos son caóticos y otros están muy estructurados. Es verdad que hemos estudiado condiciones autoorganizadas en África o investigado el ritmo frenético de crecimiento de las ciudades chinas, pero todo esto es una investigación personal mía y no tiene por qué estar conectada con la obra. Intento entender el contexto más amplio en el que suceden las cosas de forma que nuestras intervenciones encajen bien en este entorno.
...R. Personalmente, nunca me ha atraído el futuro. Tengo una obsesión por el ahora, por el presente....Con AMO trabajamos ahora en un proyecto muy interesante para el Museo Ermitage de San Petersburgo y les decimos: “No hagan nueva arquitectura, piensen en lo que está ahí, analícenlo para ver cómo puede funcionar con una nueva distribución de las obras, pero no toquen nada”. Y en Pekín también estamos por la labor de conservar....
P. Algunos críticos afirman que en sus teorías el tema social no es prioritario. ¿Es así?R. La arquitectura ha sido siempre una profesión moralista y arrogante. Eso de que nosotros lo hacemos todo bien, pensando lo mejor para el mundo. Y siempre he considerado que era un aspecto muy desagradable de la profesión. En mi caso, lo que ha resultado confuso es que al contemplar con una mirada crítica y dura la situación actual parece ser que no tengo corazón o que no tengo buenas inte
nciones, según dicen algunos. Bueno, es cierto que detesto hablar de las buenas intenciones, pero estamos muy contentos con edificios como el de la Biblioteca de Seattle o la Casa da Musica de Oporto, y como cualquier arquitecto o ser humano estoy interesado por los temas sociales desde una óptica antropológica, como podrían estarlo los sociólogos. También somos cada vez más políticos con nuestros compromisos de cara a Europa, que es un aspecto muy importante de toda nuestra visión en el estudio.
martes, 3 de junio de 2008
Frank Lloyd Wright
(8 de junio de 1867 - 9 de abril de 1959), Biografía y Obras del Arquitecto estadounidense, uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX.IniciosNació en Richland Center, (Wisconsin) en el seno de una humilde familia. La infancia de Wright fue tormentosa, pues las desavenencias entre su madre, Anna Lloyd-Jones y su padre, William Carey Wright eran constantes. Su padre se marchó de casa y Frank no se lo perdonaría jamás, llegando a cambiar los apellidos. Durante tres años estudió ingeniería en la Universidad de Wisconsin y trabajó al mismo tiempo en un despacho de arquitectura como delineante, algo que él consideraba demasiado poco para sus aspiraciones. En 1888 se incorporó al prestigioso estudio de Dankmar Adler y Louis Sullivan, donde diseñó principalmente edificios de viviendas, que pronto realizó con plena independencia. Al año siguiente se instaló en Oak Park, un barrio periférico de Chicago, para continuar allí su trabajo.En 1893 Wright se asoció con otro arquitecto por unos pocos años, hasta que en 1896 abrió su propio despacho de arquitectura. En estos años diseñó la Casa Winslow, en River Forest, Illinois, la primera de la famosa serie de viviendas de pradera. Se trata de casas unifamiliares, fuertemente integradas en su entorno. Las cubiertas sobresalen considerablemente de las fachadas y las ventanas forman una secuencia continua horizontal. El núcleo central de las viviendas lo constituye una gran chimenea, alrededor de la cual se disponen las estancias. Otras casas diseñadas en este estilo fueron, por ejemplo, la de Willitts, en Highland Park, Illinois, y la de Martín, en Buffalo, Nueva York.Wright creó un nuevo concepto respecto a los espacios interiores de los edificios, que aplicó en sus casas de pradera, pero también en sus demás obras. Wright rechaza el criterio existente hasta entonces de los espacios interiores como estancias cerradas y aisladas de las demás, y diseña espacios en los que cada habitación o sala se abre a las demás, con lo que consigue una gran transparencia visual, una profusión de luz y una sensación de amplitud y abertura. Para diferenciar una zona de la otra, recurre a divisiones de material ligero o a techos de altura diferente, evitando los cerramientos sólidos innecesarios. Con todo ello, Wright estableció por primera vez la diferencia entre “espacios definidos” y “espacios cerrados”.ConsagraciónWright abandonó su familia en 1909 y viajó a Europa. Al año siguiente presentó sus trabajos en una exposición de arquitectura y diseño en Berlín, donde obtuvo un gran reconocimiento. Una publicación que se editó sobre sus obras influyó a las nuevas generaciones de arquitectos europeos.De regreso en los Estados Unidos diseñó su propia vivienda, Taliesin, que en el transcurso de los años se quemó en tres ocasiones, y que Wright reconstruyó siempre de nuevo.Durante los años 1915 a 1922 Wright trabajó junto a Antonin Raymond en el proyecto del Hotel Imperial de Tokio, para el cual desarrolló un nuevo método de construcción resistente a los terremotos, cuya eficacia se vio comprobada tras permanecer intacto después del terremoto que devastó la ciudad en 1923. Otro proyecto innovador en cuanto al método de construcción fue la casa Barnsdall, en Los Ángeles, que se realizó mediante bloques de cemento prefabricados, diseñados por Wright. Este método de construcción lo aplicó después también en otras de sus obras.Cuando atravesó un periodo en el que no tuvo muchos encargos, Wright aprovechó para escribir un libro sobre planificación urbanística, que publicó en 1932, y en el que expone el modelo de una ciudad distribuida horizontalmente sobre el territorio y cuyos habitantes disponen de automóviles para desplazarse por ella. Uno de sus proyectos más destacados y más conocidos lo realizó entre 1935 y 1939. Se trata de la Casa Fallingwater en Ohiopile, Pennsylvania, edificada sobre una enorma roca, directamente encima de una cascada. En los años siguientes, Wright diseñó toda clase de proyectos, y en todos introdujo criterios originales y avanzados para su época. También escribió otros libros y numerosos artículos, algunos de los cuales se han convertido en clásicos de la arquitectura de nuestro tiempo.Obras- Casa Coonley (Riverside, Illinois)- Casa Martín (Búfalo, Nueva York)- Casa Willitts (Highland Park, Illinois)- Casa Northome de Francis W. Little (Nueva York)- Edificio de la Prensa (San Francisco)- Edificio Larkin (Búfalo, Nueva York)- Centro Cívico Marin (San Rafael, California)- Casa de Frank J. Baker (Witmeth, Illinois)- Casa de Robert Evans (Longwood, Virginia)- Centro Educacional Corbin (Wichita, Kansas)- Casa de la Cascada (Fallingwater) (Ohiopile, Pennsylvania)- Casa Taliesin (Spring Green, Wisconsin)- Museo Guggenheim (Nueva York)- Auditorio Grady Gammage (Tempe, Arizona)- Teatro Kalita Humphreys (Dallas, Texas)- Casa Walker (Carmel, California)- Edificio Sede Principal de Johnson Wax (Racine, Wisconsin)- Hotel Imperial (Tokio, Japón)- Edificio de National Insurance (Chicago)
Jorge Pensi
(1946- ), Biografía y Obras del Arquitecto y diseñador argentino establecido en Barcelona, figura destacada del diseño industrial en el último cuarto del siglo XX.Nació en Buenos Aires y estudió en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de su ciudad natal. En 1977 se trasladó a Barcelona, donde se asoció a su colega y compatriota Alberto Liévore para iniciar una brillante carrera como diseñadores industriales. Ambos participaron en el grupo Berenguer, integrado además por los teóricos Norberto Chaves y Oriol Pibernat, y produjeron muebles para Perobell, Indartu o Kron, entre otras empresas, hasta que en 1984 decidieron separar sus trayectorias profesionales. Desde entonces se ha incrementado su reconocimiento internacional, avalado por importantes galardones como los dos Deltas de Plata ADI FAD (ambos en 1988), el Premio IMPIVA (1989), el Design-Auswahl de Stuttgart (1990) o la inclusión de su silla Toledo (Amat, 1988) entre las integrantes de la colección del Vitra Design Museum.La figura de Jorge Pensi se ha convertido en una de las principales referencias del diseño español contemporáneo. Su profesionalidad, capaz de integrar todas las fases de la producción, desde las primeras ideas hasta las estrategias de mercado, permite una excelente eficacia en los procesos industriales, de almacenamiento y distribución. Esta cualidad, sumada a una cierta estética nostálgica y estilizada, explica los éxitos de ventas obtenidos por la mayoría de sus diseños.
lunes, 2 de junio de 2008
Karl Friedrich Schinkel
Arquitecto alemán, uno de los mas destacados representantes de la arquitectura del siglo XIX.Nació en Neuruppin (Brandemburgo) en 1781. Fue discípulo de David Gilly. Durante la ocupación de Berlín por parte de el ejercito de Napoleón I, Schinkel se dedicó a la pintura. El primer período de su obra arquitectónica es considerado como perteneciente al neoclasicismo.También ejerció la profesión de escenógrafo de obras de teatro.Proyectos como arquitecto- 1818, Edificio de la Nueva Guardia de Berlín- 1821, Teatro de la opera de BerlínMonumento Kreuzberg- 1828, Altes Museum, BerlínCastillo Charlottenhof, Potsdam (Brandemburgo)- 1830, Iglesia Friedrich Werdersche, Berlín- 1833, Capilla del palacio Peterhof, San Petersburgo (Rusia)- 1834, Iglesia Nazaret, Berlín- 1837, Iglesia San Nicolás de Potsdam- 1847, Castillo Stolzenfels, Stolzenfels (Alemania)Otros proyectosProyectos como diseñador- Cruz de HierroProyectos de Friedrich Schinkel no ejecutados- Monumento a Federico el Grande- Iglesia para Oranienburg- Palacio del príncipe Wilhelm- Landhaus- Palacio para Orianda Crimea- Palacio para la Acrópolis (Atenas)Proyectos de Friedrich Schinkel destruidos Gran parte de la obra de este arquitecto ha sido destrida, principalmente como consecuencia de la segunda guerra mundial. Éstos son algunos de los proyectos más destacados.- Packhofgebäude- Academia de arquitectura de Berlín- Observatorio de BerlínProyectos de Friedrich Schinkel en curso de ser reconstruidos Actualmente diferentes organizaciones llevan a cabo proyectos para reconstruir edficios destruidos en Berlín durante la segunda guerra mundial. Algunos de ellos fueron obra de este arquitecto.- Academia de arquitectura de Berlín
viernes, 30 de mayo de 2008
El carácter del vidrio y la piedra
La torre de doce pisos, con locales y 50 departamentos, se destaca por su fachada doble, que controla a la luz solar y enmarca las visuales
Miguel Angel Roca podría ser uno de los tantos argentinos exitosos que construyen en países desarrollados, porque en los Estados Unidos completó sus estudios y trabajó para Louis Kahn, pero además por los premios y las innumerables conferencias internacionales que dicta en universidades extranjeras. Pero con su última obra, el edificio Gernika, hecho básicamente con piedra y vidrio, en su Córdoba natal, reafirma su condición de arquitecto argentino: "No me faltan oportunidades para construir en el exterior, pero fui formado, enseño y construyo aquí". -Desde hace muchos años usted tiene su cátedra en las facultades de Arquitectura de Córdoba y Buenos Aires, ¿qué opina al respecto? -Me permite transmitir valores de respeto, tolerancia y el reconocimiento de los trabajos de otros arquitectos. -¿Cómo ve la arquitectura contemporánea? -Creo que es diversa, multiforme y variada en cuanto a los aspectos lógicos, formales y tecnológicos. No hay que moralizar falsamente. En mi caso, no estoy en busca de formalizaciones ni de ser extravagante. Me interesa primero atender las necesidades reales y sociales, y después lo artístico. Igualmente, sus obras no pasan inadvertidas desde lo formal. El uso de la piedra es una de las características de sus últimos trabajos, como su casa de Calamuchita (2006), la segunda etapa de la Facultad de Derecho (2001) y la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, por ejemplo. Y reincide en este edificio de viviendas en el barrio Nueva Córdoba, frente a la plaza España (1969), una de sus primeras obras. Desde el ingreso Sur de la ciudad por la Plaza de las Américas (en el cruce de Ambrosio Olmos y Obispo Trejo), la pieza de 12 pisos y 4000 m2 se observa como una nave vítrea y pétrea, exacta y texturada, geométrica y natural: "No había algo así en esta ciudad. Me gusta el contrapunto entre la dureza pétrea y la inmaterialidad del vidriado del muro cortina", destaca Roca. Condicionada por la forma triangular del terreno, la torre sobresale entre los edificios linderos, que no superan los siete pisos. Viviendas típicas El programa es simple y tradicional: se accede por un hall (revestido también de piedra) al núcleo central, y desde allí, a los 50 departamentos organizados en dos plantas tipo: cinco unidades de un ambiente en los pisos inferiores, y de uno y dos dormitorios en los superiores. Hay locales comerciales en planta baja y subsuelo (patio inglés) con ventilación y amplias visuales hacia el centro de la ciudad, a un lado, y al parque de la Universidad, al otro. En la terraza jardín están los lugares comunes: asador, pileta y deck. El muro cortina está conformado por una doble piel que protege del asoleamiento y enmarca las amplias vistas desde dormitorios y estares al parque de la Ciudad Universitaria: carpintería de aluminio con ventanas y puertas ventana corredizas; paneles de DVH (aislante acústico-térmico); parasoles de vidrio templado y laminado, y balcones con piso de vidrio translúcido (con estructura de perfiles normales U de hierro). La cara oeste, muy expuesta, se cierra con un muro mixto de ladrillo común revestido de piedra rugosa y gris de las Sierras Chicas. Fernando G. Caniza
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